
Así como el hecho de consumir Alimentos Ecológicos es una manera de evitar la ingestión de Toxinas procedentes de agroquímicos y
otras sustancias nocivas, es cada vez más importante adquirir conciencia de la Calidad del Agua que bebemos, ya que en
ella, nos encontramos, gradualmente, con
niveles de contaminación que superan, en muchos casos, los niveles de
tolerancia.
Nuestra Agua es
una fuente importantísima de Toxinas.
No lo solemos pensar porque el apelativo de “Agua Potable” o “Agua Apta Para
el Consumo Humano” nos es suficiente para creer, que lo que bebemos es “Agua” con todas las garantías.

Las campañas publicitarias nos instan a no desperdiciarla, a
usarla con conciencia, pero no sabemos qué calidad de Agua usamos, ni la cuestionamos. Tampoco nos preocupa mucho, si los
encargados de cuidarla, lo hacen con esa conciencia que se nos solicita o si la
gestión que se realiza de ella es la adecuada. Si, es un bien común, un bien
muy preciado, la necesitamos para la Vida.
Pero… ¿Cómo es el Agua que llega hasta nuestras casas?
El Agua que se usa
proviene de pozos y manantiales, es decir, de
aguas subterráneas o de ríos y lagos. Actualmente ambas fuentes están muy contaminadas,
con sustancias químicas tóxicas, lluvia
ácida, aguas residuales sin tratar, herbicidas de uso agrícola, residuos de
pesticidas, cloración, fluoración, vertederos de aguas residuales y residuos
radiactivos arrojados a ellos o que se filtran desde otras partes.
Un ejemplo de toda esta contaminación lo tenemos en el caso
de “Love Canal” en 1984, lugar
donde, según “New York Times”, se
vertieron toneladas de sustancias Químicas
Tóxicas, entre ellas más de 27 Kg de Dioxinas,
que son un veneno mortal.
Del mismo modo, Steve
Meyerowitz cuenta en su libro “Water”,
cómo un investigador del “Centro de
Prevención del Cáncer Ambiental”, al observar los índices de Cáncer en Filadelfia, descubrió que los
habitantes de la ciudad, que bebían del margen occidental del río Schuykill, sufrían un 67% más de muertes causadas por cáncer de esófago, que quienes bebían
del margen oriental. De igual manera, quienes bebían del margen oriental del río Delaware sufrían un 59% más de muertes por cáncer cerebral, un 85% más de melanomas malignos y un 32%
más de cáncer colorectal, que
quienes bebían del margen occidental. Éste es sólo uno de los estudios en los
que se vincula la contaminación específica del agua con un aumento en los
índices de cáncer.

Otro caso, esta vez Español,
es el del río Llobregat, que lleva
el líquido a los grifos de Barcelona y
alrededores. Sus Aguas están tan
alteradas que hasta cambian el sexo de los peces, las carpas macho se
convierten en carpas hembra. El estudio fue llevado a cabo por investigadores del
Departamento de Química Ambiental del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de la Ciudad Condal. Según el Dr. Damiá Barceló, responsable del
trabajo, esto ocurre por los llamados Disruptores
Endocrinos, sustancias químicas procedentes de fábricas y de los hogares,
capaces de alterar, a dosis muy bajas y durante años, la sexualidad y de
producir anormalidades en los genitales de los peces.
Los desórdenes sexuales de los peces no sólo proceden de los
vertidos de la industria papelera y la
textil, sino de nuestras casas. Por nuestros sumideros, según afirma la Dra Cinta Porte, van a los ríos
cantidades enormes de hormonas femeninas que son excretadas por la orina, y que provienen sobre todo de
los tratamientos para la menopausia y los anticonceptivos. Esto
se demuestra porque en las zonas menos pobladas, los niveles de Estrógenos y Progestágenos medidos son
más bajos. La afirmación de la Dra.
Porte está avalada por el Departamento
de Química Ambiental del CSIC Catalán.
Las cremas solares
también incluyen Disruptores Hormonales,
funcionan como los Anticonceptivos y
son una fuente de contaminación en alza. Se presume que hay montones de
sustancias contaminantes en el Agua que
pueden producir alteraciones en los sistemas Reproductor y Endocrino y otros muchos problemas, incluido el Cáncer.

Las Aguas del
Llobregat están llenas de Hormonas
y otros productos dañinos y los 35.000 Km
de cauces españoles no lo son menos. Las Cuencas Españolas están muy contaminadas. Existen más de 200.000 puntos negros de vertidos en
los diferentes ríos, en el Ebro,
concretamente en uno de sus afluentes, el Cinca,
los barbos corren el mismo riesgo que las carpas del Lloregat, ya que este río alberga sustancias bromadas
altamente Tóxicas en peces y sedimentos. También, se han dado casos de
alteraciones sexuales en los moluscos de
Huelva y Galicia, por el uso de Tributilestaño
para eliminar las algas. Otro caso más es el de los ríos de Madrid, Manzanares y Jarama, que cruzan la zona más poblada de España, y registran niveles de drogas y fármacos muy superiores a los
de otros ríos, hay restos incluso, de Cocaína,
Anfetaminas, Opiáceos y Ansiolíticos, que según los expertos, habrían sido
depositados con las aguas fecales.
Lo más grave, es que todo esto no es nuevo. Hace más de 50 años, la famosa ambientalista
americana Rachel Carson publicó “Primavera Silenciosa”. En este libro
ella daba el primer aviso de que los productos químicos estaban matando los
ríos y las tierras del Planeta, por
ello las “primaveras” eran cada vez
más silenciosas.
Los contaminantes de todo tipo están causando alteraciones
irreversibles en la fauna y la flora del
planeta, pero… ¿y en nosotros?
¿Creemos que estamos al margen? No podemos seguir tirando a las Aguas pegamentos, tintes, hormonas, basura… tan alegremente, porque somos
parte de la Tierra y su
contaminación es la nuestra. El mismo Agua
que contaminamos, lo bebemos.
Creemos que las depuradoras
hacen su trabajo y el Agua que riega
nuestros campos y llega a nuestras casas es Agua Limpia, pero, según la Dra
Cinta Porte, éstas no sólo no dejan el Agua
suficientemente limpia, sino que a menudo las bacterias de los filtros vuelven a activar las sustancias nocivas. Por otro lado, sustancias como los PBC son muy difíciles de eliminar y se
acumulan en alimentos de uso habitual, especialmente en las grasas, como carnes, leche o pescado y pueden llegar a
causarnos serios problemas de Salud.
Según el libro “Diet
for a Poisoned Planet” de David
Steinman menos de un 1% de la Agua que se encuentra en la superficie
del Planeta es Potable, el resto está contaminada, aunque creamos lo contrario. Es una
cadena. Lo que contaminamos nos contamina.
Dejar de contaminar, dejar de
contaminarnos, cuidar nuestra salud… está en nuestras manos.
Es Nuestra Decisión.


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