Alimentos con Gran Poder Antioxidante


Los Antioxidantes son sustancias que pueden proteger nuestras células de los efectos de los radicales libres.

La respiración en presencia de oxígeno resulta esencial en la vida celular de nuestro organismo, pero como consecuencia de la misma se producen unas moléculas, los radicales libres, que ocasionan a lo largo de la vida efectos negativos para la salud por su capacidad de alterar el ADN (los genes), las proteínas y los lípidos o grasas.

Los radicales libres son, en efecto, moléculas producidas en los procesos metabólicos o por malos hábitos de vida, la exposición ambiental  a contaminantes y la radiación. Éstos pueden dañar las células y pueden representar un papel importante en las enfermedades cardíacas, el cáncer y otras enfermedades.

Todas las células del cuerpo se renuevan continuamente, pero si nuestros hábitos de vida son nocivos, la replicación celular se hace cada vez más lenta por la acumulación de toxicidad. Con los años, los radicales libres pueden producir alteraciones genéticas, aumentando así el riesgo de padecer cáncer y reducir la funcionalidad de las células en general, lo que es característico del envejecimiento.


Hábitos tan comunes como practicar ejercicio físico intenso, el tabaquismo, el consumo de dietas ricas en grasas, azúcares y alimentos precocinados y la sobreexposición a las radiaciones solares, así como la contaminación ambiental, aumentan la producción de radicales libres.

Si eliminamos todos estos hábitos y adoptamos una alimentación rica en alimentos antioxidantes, aportamos a nuestras células lo que necesitan para una replicación adecuada. Los antioxidantes son, en sí, un grupo de vitaminas, minerales, colorantes naturales y otros compuestos de vegetales y enzimas, que bloquean el efecto perjudicial de los denominados radicales libres. La mayoría de los antioxidantes se encuentra en alimentos vegetales, lo que explica que incluir frutas, verduras y hortalizas o semillas en nuestra dieta sea tan beneficioso.


Los Vegetales de Hoja Verde

Los vegetales de hoja verde como la espinaca, la col rizada, las hojas de nabo, col silvestre y lechugas diversas, son las mejores fuentes de luteína y zeaxantina. Los estudios han demostrado que consumir alimentos ricos en estos antioxidantes pueden reducir significativamente nuestro riesgo de  degeneración macular, relacionada con la edad, así como el linfoma no-Hodgkin.

Los vegetales de hoja verde como las espinacas y col rizada también contienen antioxidantes que combaten el cáncer como beta-carotenos, vitamina C y sulforafano.

La espinaca brinda ácido fólico, que según las investigaciones puede mejorar mucho la memoria a corto plazo. Consumir alimentos ricos en ácido fólico podría reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer ya que aminoran el desgaste del ADN.

La espinaca tiene una puntuación ORAC muy alta. ORAC significa Capacidad de Absorción de Radicales de Oxígeno, que es una medida de la capacidad de un alimento para destruir los radicales libres, que causan daño en el cuerpo. Cuanto más alta es la puntuación ORAC, más saludable es el alimento.


Los vegetales cultivados de forma natural y sin agroquímicos también son ricos en energía solar en forma de partículas diminutas de luz llamadas biofotones.

La luz solar es vital para la vida y se puede absorber por medio de los alimentos que consumimos, además de absorberla a través de la piel.

Todos los organismos vivos emiten biofotones o luminiscencia de bajo nivel. Cuanto más alto sea el nivel de energía luminosa que emita una célula, mayor será el potencial de absorción. Esta energía luminosa se manifiesta con sensación de bienestar y vitalidad.

Las investigaciones demuestran que, además de la composición química de nuestros alimentos, la energía luminosa (biofotones) es un factor clave en la calidad de vida. Un alimento es más nutritivo cuanto más biofotones almacena en su interior.

Algunos vegetales de hoja verde como la acelga y espinaca, contienen vitamina K1, que está relacionada con una buena salud vascular, lo que incluye un menor número de venas varicosas.

La vitamina K1, una vitamina soluble en grasa, también es vital para:

La coagulación de sangre

Los huesos fuertes

La prevención de enfermedades cardíacas

La prevención del Alzheimer

La regulación de los niveles de insulina y azúcar en la sangre

El tratamiento de ciertos tipos de cáncer incluyendo cáncer de hígado y de pulmón

Sin embargo, vale la pena señalar que la vitamina K en los vegetales es vitamina K1. Los alimentos fermentados como el natto y los quesos también tienen vitamina K2, que brinda beneficios más potentes para los huesos y reduce el riesgo de calcificación arterial.


El Brócoli

El brócoli es un vegetal verde oscuro rico en antioxidantes de la familia de las crucíferas, con poderes milagrosos para curar y prevenir enfermedades.

El Brócoli en un vegetal crujiente, que contiene la mayor cantidad isotiocianatos, un compuesto que combate el cáncer.

Los isotiocianatos trabajan activando genes que combaten el cáncer y desactivando otros que promueven la enfermedad.

Podemos encontrar isotiocianatos en:

Coles de Bruselas, Coliflor, Col rizada, Rúcula, Berros y Rábano.

Las investigaciones demuestran que comer crucíferas puede reducir significativamente el riesgo de cáncer de mama, vejiga, próstata y pulmón.


Los Frutos Azules

Los Arándanos no sólo saben deliciosos, sino que también son muy nutritivos, encabezando la lista de vegetales y frutas. Están llenos de antioxidantes que ayudan a nuestro cuerpo a neutralizar los radicales libres.

Las antocianinas también ayudan a que el cerebro produzca dopamina, una sustancia química clave para la coordinación, el funcionamiento de la memoria y el estado de ánimo.

Los arándanos, especialmente los silvestres, pueden mejorar enormemente la salud. Pueden ayudar a:

Reducir su riesgo de cáncer, Reducir los niveles de colesterol, Prevenir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales, Proteger del Alzheimer y otras enfermedades neurológicas, Revertir la pérdida de memoria a corto plazo y el envejecimiento cerebral, Aliviar los síntomas de artritis, Combatir infecciones y reforzar el sistema inmunológico, Mejorar la salud de las vías urinarias, Mejorar la salud ocular y la visión.

Los arándanos son bajos en azúcar, pero lo mejor es consumirlos con moderación para mantener los niveles de insulina dentro del rango normal.


Las Frambuesas negras son poderosas para combatir el cáncer, tienen casi tres veces la cantidad de antioxidantes encontrada en los arándanos. Estas bayas pueden ser más difíciles de encontrar, en comparación con otras variedades, porque son cultivadas en pequeñas cantidades.

Las Cerezas son ricas en queritrina, un flavonoide, ácido elágico y vitaminas C y E, las cuales podría reducir el riesgo de cáncer y combatir las enfermedades crónicas.

Las Moras contienen polifenoles, un poderoso antioxidante. Los estudios demuestran que inhiben el crecimiento de las células de cáncer de mama y reducen el riesgo de úlceras estomacales, así como de la enfermedad de las encías.

Las Bayas de Açai contienen antioxidantes con el poder de destruir las células de cáncer humanas.


La Chlorella, es un alga de agua dulce de una sola célula, que es considerada por muchos  como un alimento casi perfecto.

Su lista de beneficios de salud es sorprendente e incluye:

Reforzar su sistema inmunológico, Mejorar la digestión, especialmente si se tienen problemas de estreñimiento, Aumentar la capacidad de atención y concentración, Aumentar los niveles de energía, Equilibrar el pH del cuerpo, Normalizar el azúcar en la sangre y la presión arterial, Reducir el riesgo de cáncer y Refrescar el aliento.

Pero posiblemente su propiedad más importante es la capacidad de ayudar a eliminar las toxinas procedentes de los metales pesados.

La chlorella desempeña un papel muy importante en la eliminación sistemática del mercurio porque la mayor parte del mercurio se elimina a través de las heces. Una vez que disminuye la carga de mercurio en el intestino, el mercurio existente en otros tejidos del cuerpo comienza a moverse hacia los intestinos, lugar donde la chlorella se encarga de eliminarlo.


El Ajo

La alicina del ajo,  causante de su fuerte olor y sabor, en realidad es un antioxidante extremadamente efectivo. Cuando la alicina se digiere,  produce ácido sulfónico, un compuesto que reacciona rápidamente con los radicales libres, más rápido que cualquier otro compuesto conocido.

El ajo también es una triple amenaza contra las infecciones debido a sus propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas. Es efectivo para matar bacterias resistentes a los antibióticos incluyendo MRSA, así como para combatir infecciones por levaduras, virus y parásitos.

El ajo ayuda a relajar y agrandar los vasos sanguíneos en el cuerpo, mejorando el flujo sanguíneo, especialmente hacia el corazón. Esto puede ayudar a prevenir problemas de salud como la presión arterial alta, los ataques cardíacos y el derrame cerebral.

El ajo también inhibe la formación de placas en las arterias y evita que el colesterol se oxide, un problema que podría contribuir a las enfermedades cardíacas.

Tanto el ajo como las cebollas pueden aumentar la protección contra los cinco tipos de cáncer más mortales que hay: cáncer de mama, colon, ovario, próstata y esófago.

También parece que la alicina puede servir como tratamiento contra el cáncer. Cuando se inyectaron aliinasa y aliina (dos componentes que se convierten en alicina) en una célula tumoral, la reacción no sólo penetró en la célula sino que también la mató.

Se deben triturar o picar dientes de ajo con el fin de estimular el proceso que convierte la aliina en alicina. Una vez que se corta el ajo, el compuesto activo pierde potencia rápidamente y puede desaparecer por completo, casi a la hora de haber sido cortado.

La mejor forma de comer ajo es tomar un diente de ajo entero, picarlo, aplastarlo o triturarlo, esperar unos cuantos minutos para que ocurra la conversión y comerlo. Si utilizamos ajo seco o en polvo, no obtendremos todos los beneficios que nos ofrece el ajo fresco.



FUENTES:

Los alimentos anticáncer. Dr. Richard Béliveau, Dr. Denis Gingras. Integral, 2008.

Alimentos Saludables. Néstor Palmetti. Espacio Depurativo, 2013.

La naturaleza tiene el remedio. Dr. Bernard Jensen. Prana, 2010.



Lucía Madrigal