Genes y Cerebro


A pesar de lo que dicen la medicina convencional y los medios de comunicación, nuestro cerebro no está “programado” para contraerse y fallar a medida que envejece. Cada actividad en la que participamos, el ejercicio, los alimentos que comemos, los suplementos que tomamos, las relaciones personales, nuestro estado emocional, nuestros patrones de sueño… son factores que influyen en nuestra expresión genética.

Cada gen determinado no se encuentra en una posición estática “activado” o “desactivado”. Tampoco los genes son deterministas. Podríamos tener un gen que jamás se expresará, simplemente porque no se le proporciona el terreno adecuado para su activación. El terreno lo es todo, tanto como para decir que la expresión genética de una enfermedad puede permanecer dormida, si  no propiciamos la activación del gen portador de la misma.


Para entender esta idea hay que tener en cuenta dos cosas:

El Dr. Perlmutter, autor del libro “Cerebro de pan” dice al respecto que “Nos relacionamos con nuestro genoma en cada momento de nuestras vidas y podemos hacerlo de forma positiva o negativa”. Con niveles bajos de azúcar en la sangre, nuestros genes se expresan para reducir la inflamación, lo que aumenta la producción de antioxidantes. Así que esa es la primera idea, “Podemos cambiar nuestro destino genético con un pequeño cambio de hábitos: Reducir al máximo o eliminar los carbohidratos de nuestra dieta”.

La idea número dos es que podemos cambiar nuestro destino genético y propiciar el crecimiento de nuevas células cerebrales, específicamente en el hipocampo…Para sorpresa de muchos, nuestro centro de memoria cerebral se regenera. Nos encontramos en constante desarrollo de nuevas células cerebrales durante toda nuestra vida, por medio del proceso conocido como neurogénesis. Da igual la edad con cincuenta o noventa años, la regeneración es posible.


Estas dos ideas se unen en una central, ya que nuestros genes se pueden activar, por medio de elecciones saludables en nuestro estilo de vida, que mejoren la neurogénesis y aumenten el recrecimiento de las células y la expansión de nuestro centro de memoria cerebral. Los investigadores demostraron, hace poco, que existen factores bajo nuestro control que pueden hacer que esto suceda.

Las estrategias de estilo de vida que promueven la neurogénesis y el recrecimiento de las células cerebrales van dirigidas a una vía de genes especifica llamada BDNF o factor neurotrófico derivado del cerebro, que promueve el crecimiento de células cerebrales y la conectividad, tal y como fue demostrado por resonancia magnética.


Estas estrategias específicas son:

Hacer ejercicio. En un estudio de un año de duración, los individuos que se involucraron en un programa de ejercicio en realidad hicieron crecer y expandir el centro de memoria celular de 1 a 2%, cuando por lo general el centro habría seguido disminuyendo en tamaño.

Reducir el consumo total de calorías.

Reducir el consumo de carbohidratos.

Aumentar el consumo de grasas saludables.

Aumentar el consumo de grasas omega-3 y reducir el consumo de grasas dañinas omega-6 (es decir aceites vegetales procesados) con el fin de equilibrar la relación entre las grasas omega-3 y omega 6.

La adopción de hábitos saludables beneficia enormemente no sólo la salud cerebral, sino la regeneración neuronal o neurogénesis. Esta es una noticia maravillosa para todos, ya que en estos últimos años las enfermedades cerebrales degenerativas están aumentando enormemente en número y porcentaje.

Nuestro cerebro agradece también la adopción de hábitos saludables.

Vive sano para que tu cerebro se mantenga activo y saludable.



FUENTES:

Cerebro de Pan. Dr. David Perlmutter. 2ª Edición, Grijalbo, 2014.



Lucía Madrigal                 



La Salud y las Emociones


El corazón siente la verdad

El alma conoce la verdad

La mente crea la verdad

El cuerpo experimenta la verdad

 Moonstone Star White

Mente, corazón, cuerpo y espíritu son los cuatro aspectos de nuestro ser que coexisten mientras estamos vivos. Están diseñados para trabajar conjuntamente y cada uno ofrece recursos para experimentar la totalidad. Cuando estos cuatro aspectos han perdido su conexión con el Uno, la mente juzga y proyecta sus fantasías con respecto a la realidad, transformando los sentimientos del corazón en emociones. De esa forma el cuerpo y el corazón se desconectan.

Pasamos a vivir entonces, en un mar de emociones reprimidas y acabamos enfermando, a menos que se produzca una curación emocional. En la mayoría de los casos, las emociones rigen nuestra vida porque nos resistimos al sentimiento subyacente. La mente no es capaz de contenerlas durante mucho tiempo y el cuerpo  tampoco, sin agobiarse, enfermar o sentirse dolorido. Dentro de nosotros se mueven entonces fuerzas curativas, que pacientemente esperan a que las emociones se transmuten en experiencia, que queden sanadas, lo que solamente ocurre cuando la mente acepta y deja de juzgar.

De 1 a 7 años estamos completamente abiertos a las emociones, las acumulamos todas, prestadas o nuestras. Esto nos va preparando para un cúmulo de experiencias, que son juzgadas por nuestra mente como malas o buenas, pero no aceptadas como experiencias de crecimiento. Las emociones no expresadas terminan por dañar nuestra salud.


El Dr. Jorge Carvajal nos habla en la entrevista, que tenemos a continuación, de la conexión entre salud y emociones. Experto en medicina Bioenergética, él prefiere presentarse como “carpintero de la conciencia”. Para el doctor Carvajal la bioenergética es aquella medicina que deja de ver al hombre como un “fósil molecular” y comienza a observarlo como un “ser de luz”.

No distingue entre medicina, conciencia y espiritualidad, pero se trata de una miopía valiente e intencionada. Pregona en los congresos de médicos que el cuerpo y el alma están estrechamente unidos y en sus seminarios que la ciencia del servicio es la ciencia más sagrada. Para este poeta, psicólogo, inventor, cirujano…, la enfermedad es el espejo en el que se mira nuestra conciencia. 

“El hombre es milagroso en cuanto que puede transformar su pasado. Algunos dicen “no se ocupen del pasado que el pasado ya no existe”, pero el pasado está vivo, presente, doloroso, en cada una de nuestras células, frecuentemente produciendo enfermedades. El problema del pasado es simplemente que haya pasado, que lo dejemos atrás como una estatua congelada.

Pero al pasado hay que hacerlo presente vivo para transformar su historia, para leerlo en otro código, para interpretarlo en el código del amor, y cuando interpretamos el pasado en el código del amor, nuestras heridas de la infancia se sanan. Y ahí nosotros somos los psicólogos, los psiquiatras, podemos sanar nuestra vida; todos estamos llenos de dolores, y a veces de dolores absurdos, que cargamos en la vida sin ni siquiera reconocer que existen”.


Dr. Jorge Carvajal

Entrevista al Dr. Jorge Carvajal, licenciado en medicina  y cirugía por la Universidad de Antioquía y pionero de la Medicina Bioenergética.

Marzo 10, 2009

LA SALUD Y LAS EMOCIONES


¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?

El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende.

En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.


¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?

Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional. Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas.

El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.


¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?

De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar. Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.


¿Cómo nos afecta la ira?

La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.


¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?

La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.


¿La alegría suaviza el ánimo?

Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.


¿Y la tristeza?

La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.


¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?

Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.

¡Qué difícil! Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.


¿Cómo prevenir la enfermedad?

Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.


¿Y si aparece la enfermedad?

Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más. Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida. Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.


¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?

La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera.

La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el "debería ser", y no somos ni lo uno ni lo otro.

El estrés es otro de los males de nuestra época. El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie.

El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.


¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?

La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior.

Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.


¿Qué es para usted la felicidad?

Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.

Vivir el Presente.


¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?

Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.


¿Tan confundidos estamos, en su opinión?

Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.


¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?

El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora.

El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena. En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil. Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama.

Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor. Pero no es por amor, es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad. Pero a veces nos sentimos atados a un amor. Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego. Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.


¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?

Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti. La clave entonces es amarse a sí mismo. Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro.

Acéptate cómo eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.




Lucía Madrigal                



AGUA


 Agua

Agua


Así como el hecho de consumir Alimentos Ecológicos es una manera de evitar la ingestión de Toxinas procedentes de agroquímicos y otras sustancias nocivas, es cada vez más importante adquirir conciencia de la Calidad del Agua que bebemos, ya que en ella,  nos encontramos, gradualmente, con niveles de contaminación que superan, en muchos casos, los niveles de tolerancia.

Nuestra Agua es una fuente importantísima de Toxinas. No lo solemos pensar porque el apelativo de “Agua Potable” o “Agua Apta Para el Consumo Humano” nos es suficiente para creer, que lo que bebemos es “Agua” con todas las garantías.


Las campañas publicitarias nos instan a no desperdiciarla, a usarla con conciencia, pero no sabemos qué calidad de Agua usamos, ni la cuestionamos. Tampoco nos preocupa mucho, si los encargados de cuidarla, lo hacen con esa conciencia que se nos solicita o si la gestión que se realiza de ella es la adecuada. Si, es un bien común, un bien muy preciado, la necesitamos para la Vida. Pero… ¿Cómo es el Agua que llega hasta nuestras casas?

El Agua que se usa proviene de pozos y manantiales, es decir, de aguas subterráneas o de ríos y lagos. Actualmente ambas fuentes están muy contaminadas, con sustancias químicas tóxicas, lluvia ácida, aguas residuales sin tratar, herbicidas de uso agrícola, residuos de pesticidas, cloración, fluoración, vertederos de aguas residuales y residuos radiactivos arrojados a ellos o que se filtran desde otras partes.

Un ejemplo de toda esta contaminación lo tenemos en el caso de “Love Canal” en 1984, lugar donde, según “New York Times”, se vertieron toneladas de sustancias Químicas Tóxicas, entre ellas más de 27 Kg de Dioxinas, que son un veneno mortal.

Del mismo modo, Steve Meyerowitz cuenta en su libro “Water”, cómo un investigador del “Centro de Prevención del Cáncer Ambiental”, al observar los índices de Cáncer en Filadelfia, descubrió que los habitantes de la ciudad, que bebían del margen occidental del río Schuykill, sufrían un 67% más de muertes causadas por cáncer de esófago, que quienes bebían del margen oriental. De igual manera, quienes bebían del margen oriental del río Delaware sufrían un 59% más de muertes por cáncer cerebral, un 85% más de melanomas malignos y un 32% más de cáncer colorectal, que quienes bebían del margen occidental. Éste es sólo uno de los estudios en los que se vincula la contaminación específica del agua con un aumento en los índices de cáncer. 


Otro caso, esta vez Español, es el del río Llobregat, que lleva el líquido a los grifos de Barcelona y alrededores. Sus Aguas están tan alteradas que hasta cambian el sexo de los peces, las carpas macho se convierten en carpas hembra. El estudio fue llevado a cabo por investigadores del Departamento de Química Ambiental del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de la Ciudad Condal. Según el Dr. Damiá Barceló, responsable del trabajo, esto ocurre por los llamados Disruptores Endocrinos, sustancias químicas procedentes de fábricas y de los hogares, capaces de alterar, a dosis muy bajas y durante años, la sexualidad y de producir anormalidades en los genitales de los peces.

Los desórdenes sexuales de los peces no sólo proceden de los vertidos de la industria papelera y la textil, sino de nuestras casas. Por nuestros sumideros, según afirma la Dra Cinta Porte, van a los ríos cantidades enormes de hormonas femeninas que son excretadas por la orina, y que provienen sobre todo de los tratamientos para  la menopausia y los anticonceptivos. Esto se demuestra porque en las zonas menos pobladas, los niveles de Estrógenos y Progestágenos medidos son más bajos. La afirmación de la Dra. Porte está avalada por el Departamento de Química Ambiental del CSIC Catalán.

Las cremas solares también incluyen Disruptores Hormonales, funcionan como los Anticonceptivos y son una fuente de contaminación en alza. Se presume que hay montones de sustancias contaminantes en el Agua que pueden producir alteraciones en los sistemas Reproductor y Endocrino y otros muchos problemas, incluido el Cáncer.


Las Aguas del Llobregat están llenas de Hormonas y otros productos dañinos y los 35.000 Km de cauces españoles no lo son menos. Las Cuencas Españolas están muy contaminadas. Existen más de 200.000 puntos negros de vertidos en los diferentes ríos, en el Ebro, concretamente en uno de sus afluentes, el Cinca, los barbos corren el mismo riesgo que las carpas del Lloregat, ya que este río alberga sustancias bromadas altamente  Tóxicas en peces y sedimentos. También, se han dado casos de alteraciones sexuales en los moluscos de Huelva y Galicia, por el uso de Tributilestaño para eliminar las algas. Otro caso más es el de los ríos de Madrid, Manzanares y Jarama, que cruzan la zona más poblada de España, y registran niveles de drogas y fármacos muy superiores a los de otros ríos, hay restos incluso, de Cocaína, Anfetaminas, Opiáceos y Ansiolíticos, que según los expertos, habrían sido depositados con las aguas fecales.

Lo más grave, es que todo esto no es nuevo. Hace más de 50 años, la famosa ambientalista americana Rachel Carson publicó “Primavera Silenciosa”. En este libro ella daba el primer aviso de que los productos químicos estaban matando los ríos y las tierras del Planeta, por ello las “primaveras” eran cada vez más silenciosas.

Los contaminantes de todo tipo están causando alteraciones irreversibles en la fauna y la flora del planeta, pero… ¿y en nosotros? ¿Creemos que estamos al margen? No podemos seguir tirando a las Aguas pegamentos, tintes, hormonas, basura… tan alegremente, porque somos parte de la Tierra y su contaminación es la nuestra. El mismo Agua que contaminamos, lo bebemos.

Creemos que las depuradoras hacen su trabajo y el Agua que riega nuestros campos y llega a nuestras casas es Agua Limpia, pero, según la Dra Cinta Porte, éstas  no sólo no dejan el Agua suficientemente limpia, sino que a menudo las bacterias de los filtros vuelven a activar las sustancias nocivas. Por otro lado, sustancias como los PBC son muy difíciles de eliminar y se acumulan en alimentos de uso habitual, especialmente en las grasas, como carnes, leche o pescado y pueden llegar a causarnos serios problemas de Salud.

Según el libro “Diet for a Poisoned Planet” de David Steinman menos de un 1% de la Agua que se encuentra en la superficie del Planeta es Potable, el resto está contaminada, aunque creamos lo contrario. Es una cadena. Lo que contaminamos nos contamina.

Dejar de contaminar, dejar de contaminarnos, cuidar nuestra salud… está en nuestras manos.

Es Nuestra Decisión. 




Lucía Madrigal                 



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