Las Bacterias Intestinales y el Chocolate


Un nuevo estudio, encargado de desentrañar la razón precisa por la que el chocolate es tan beneficioso, llegó a la conclusión de que las bacterias intestinales descomponen y fermentan los componentes del chocolate negro, convirtiéndolos en compuestos antiinflamatorios que benefician la salud. En particular, microbios beneficiosos, como las Bifidobacterias y las bacterias del ácido láctico suelen encontrar el chocolate muy apetecible.


En un principio se pensaba, que aunque el cacao es muy rico en antioxidantes, dos de estos, la catequina y la epicatequina eran moléculas muy grandes, que se digerían y absorbían mal, pero en este estudio, en el que se utilizaron tres diferentes polvos de cacao, sobre un tracto digestivo modelo, se encontró la explicación a como el chocolate resultaba tan beneficioso para el corazón, ya que los compuestos antiinflamatorios de éste, podían reducir la inflamación del tejido cardiovascular.

 El autor principal del estudio, explicó: 

"En nuestro estudio hemos encontrado que la fibra se fermenta y los grandes polímeros polifenólicos se metabolizan a moléculas más pequeñas, que se absorben más fácilmente. Estos polímeros más pequeños presentan actividad anti-inflamatoria... Cuando estos compuestos son absorbidos por el cuerpo, la inflamación del tejido cardiovascular disminuye y también se reduce el riesgo de accidente cerebrovascular, a largo plazo".


Los mismos investigadores sugirieron que el consumo de cacao junto con prebióticos podía ser una forma de fomentar la transformación de los polifenoles en compuestos antiinflamatorios altamente absorbibles en el estómago. Los prebióticos son carbohidratos que se encuentran en los alimentos enteros que no se puede digerir, pero que las bacterias beneficiosas descomponen, convirtiéndose estos en un alimento para ellas.


Alimentos integrales no procesados, como la cebolla y el ajo, son algunos de los mejores prebióticos. También es aconsejable comer alimentos fermentados o comer chocolate con frutas repletas de antioxidantes como la granada y el açai  y evitar alimentos como el azúcar y los granos.

El buen cacao, es cacao crudo y sin procesar. Los chocolates refinados son alimentos perjudiciales para nuestra salud. 


(En este blog, en el artículo “Cacao. Chocolate ¡Que rico!” podéis encontrar más información al respecto). 



Lucía Madrigal             



La Flora Intestinal


La flora Intestinal es un conjunto de más de cien billones de individuos, pertenecientes a 500 especies distintas, sin los cuales nuestro proceso digestivo no podría realizarse. Toda esta población se regenera periódicamente, excretándose los microorganismos muertos a través de las heces


Nuestra simbiosis con todos estos huéspedes es perfecta, ellos obtienen energía y sustento de los procesos de desdoblamiento de hidratos, grasas y proteínas, y nosotros nos beneficiamos de las enzimas y reacciones que ellos mismos generan, porque facilitan una digestión saludable. Existe una fuerte competencia entre los microorganismos de la flora y la mucosa intestinal, ya que una buena parte de lo que comemos sirve para alimentar a todos estos pobladores de nuestro intestino.

No es muy conocido que muchas veces la degradación inicial de los alimentos, por ejemplo la fibra, la realiza la flora y no los jugos intestinales. Además, ésta tiene una función muy importante, que es la de desdoblar cuerpos grasos como los ácidos biliares y el colesterol, para que luego sean evacuados. Si nuestra flora está en mal estado, este proceso no se realiza, el colesterol no se desdobla, es reabsorbido por la mucosa intestinal y conducido al flujo sanguíneo de nuevo, lo que hace que nuestro colesterol malo (LDL), suba.

Los distintos desequilibrios en nuestra flora afectan al metabolismo de los alimentos que tomamos y esto hace que el aprovechamiento de los nutrientes sea variable. La flora genera un equilibrio dinámico gracias al cual se impide el desarrollo de enfermedades, lo que significa que muchos de nuestros problemas de salud están relacionados con el intestino. Además, la flora genera protección para la mucosa digestiva, con lo que cumple con la tarea de la defensa corporal.


La salud intestinal es fundamental para el mantenimiento de una salud óptima. Las bacterias benéficas de nuestro intestino controlan el crecimiento de las bacterias que causan enfermedades al competir por los mismos sitios en el colon. Esto es de suma importancia, ya que las bacterias y otros microbios patógenos menos beneficiosos, pueden causar estragos en nuestra salud, si ellos se multiplican. Por eso es muy recomendable cambiar los hábitos alimenticios y promover una dieta a base de productos enteros y de alimentos fermentados. A esto hemos de sumarle los beneficios del ejercicio regular.

La alimentación que seguimos, es un factor fundamental que influye en el equilibrio intestinal. De hecho determina el tipo de bacterias de nuestro intestino. Por ejemplo, a pesar de vivir en el otro extremo de la tierra, la gente de Malawi y los Guahibos en Venezuela tienen una composición microbiana similar, la razón la encontramos en la alimentación semejante de sus dieta nativas.

La alimentación de Malawi y Guahibo es alta en maíz y yuca, con una pieza ocasional de carne. Sin embargo las dietas occidentales ofrecen un perfil diferente, las personas son mucho más carnívoras, y también comen más pan, lechuga y tomates, patatas, pasta, leche y productos lácteos. La composición microbiana de los tres grupos revela sus diferencias y similitudes alimentarias. Si cualquiera de los grupos alterara su alimentación, esto tendría un impacto directo en la comunidad microbiana que reside en el intestino. La flora cambia con lo que comemos.


El desequilibrio bacteriano en el intestino puede agravarse con el consumo de alimentos procesados. El azúcar de todo tipo también promueve el crecimiento de levaduras y hongos que causan enfermedades. Otro factor importante es el consumo exagerado de proteínas, cuando se consumen proteínas en cantidades elevadas, se tiende a activar la vía mTOR (diana de rapamicina en las células de mamífero), lo que le ayuda a obtener músculos más grandes, pero este factor, también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. Hay investigaciones que sugieren que el "gen mTOR" es un regulador importante del proceso de envejecimiento, y el suprimir este gen puede estar relacionado con una vida más larga.

Los alimentos fermentados, por otro lado, actúan como fertilizantes naturales que proporcionan nutrientes y promueven el crecimiento de bacterias saludables en el tracto digestivo. Como un beneficio adicional, los alimentos fermentados son también excelentes quelantes, lo que significa que nos pueden ayudar a deshacernos de toxinas, como los pesticidas.


Tener cantidades suficientes de bacterias benéficas es fundamental para una buena salud. Es imposible estar sanos, si nuestro equilibrio bacteriano intestinal está fuera de control. Tres cosas que son fundamentales para optimizar la  salud intestinal son:

Llevar una alimentación, principalmente ecológica, a base de alimentos enteros, vegetales, frutas, semillas, germinados y alimentos fermentados.

Hacer ejercicio físico regular.


Estar al aire libre y en contacto con la naturaleza.

Nuestro estilo de vida, al igual que una alimentación llena de productos procesados, la falta de ejercicio, los medicamentos, los productos de limpieza antibacterianos, que se utilizan en las casas, y otros factores fuera de nuestro control están trabajando en conjunto para comprometer las cepas de bacterias benéficas en nuestro sistema digestivo. Comprar alimentos ecológicos es un factor importante, ya que los productos químicos agrícolas actúan muy negativamente sobre nuestra flora. También es importante no consumir carne de animales tratados con antibióticos, evitar el agua clorada, los jabones de producción industrial y los contaminantes de todo tipo.

Mantener un buen equilibrio de la flora intestinal a través de la alimentación  y cuidar nuestros procesos digestivos, es una de las cosas más importantes, que podemos hacer, para aumentar las posibilidades de mantenernos saludables y vitales durante toda la vida.



FUENTES:

Intestinos Saludables. Nestor Palmetti. Kier, 2013.

Depuración Corporal. Néstor Palmetti. Kier, 2013.

La Salud Intestinal. Dr. Joseph Mercola.

Nutrición Consciente. Olivia González Alonso. Ediciones i, 2011.



Lucía Madrigal                



La Cafeína


Cuando escuchamos la palabra cafeína, la asociamos al café. Sin embargo, se trata de una sustancia muy consumida que se encuentra en forma natural en las hojas, semillas y frutos de más de 60 plantas, entre las que están las hojas de té, las nueces de cola, el café y los granos de cacao, y que también puede ser producida de manera artificial y agregarse a los productos alimentarios. Podemos encontrar cafeína, por supuesto, en el café, en el chocolate, en el té, en los refrescos oscuros, las bebidas energéticas y los estimulantes.


¿Cómo Actúa la Cafeína?

De acuerdo a los expertos, la cafeína, que pertenece al grupo de sustancias llamadas xantinas, estimula el cerebro al interferir en la acción de la adenosina, un transmisor nervioso que produce calma y tranquilidad, y provoca una sensación de euforia y de fuerza durante algunas horas. También facilita la actividad intelectual y la creatividad, al mantener despierto y en estado de alerta a su consumidor. Todo esto ocurre junto con un incremento de los niveles de adrenalina y noradrenalina, que son neurotransmisores activadores. La máxima concentración en la sangre se alcanza entre los 30 y 45 minutos de haberla ingerido. A las tres horas ya se ha eliminado la mitad de lo que se absorbió. Pero ¿Qué buscamos cuando consumimos cafeína? Mejorar la atención, paliar un dolor de cabeza…


Estamos tratando síntomas y haciéndola funcionar como un medicamento. De hecho los antigripales contienen cafeína. Actualmente, si el té, café o cacao no son ecológicos, tienen un alto grado de industrialización. Sus plantas crecen con fertilizantes y pesticidas a gran escala y tienen muchos conservantes y otros productos añadidos, para facilitar su almacenamiento. Además en las bebidas energéticas y las colas se usa cafeína de síntesis, un producto químico, que aunque tiene los mismos efectos que la cafeína, no lo es.

La cafeína no se almacena en el organismo ni se acumula en el torrente sanguíneo. Se absorbe, pasa directamente al cerebro y es eliminada muchas horas después a través de la orina. No existe ninguna necesidad de cafeína en nuestra dieta, pero quizás el problema más grande, asociado a su consumo, es que aparece en productos de gran demanda. Además la cafeína es adictiva. Por ejemplo, el café es un alimento que tiene gran cantidad de antioxidantes, pero  que al ser procesado, preparado en infusión y edulcorado, pierde muchas de estas propiedades y se convierte, básicamente, en cafeína edulcorada. Si además de esto, añadimos leche al preparado, convertimos una bebida que podría aportarnos algunos beneficios en un brebaje que nos cuesta mucho digerir y que, por tanto, no nos aporta nada, excepto una mala digestión y  acidosis metabólica.


Lo mismo digo del chocolate que era una bebida bien digerida por nuestro organismo, cuando se preparaba con cacao, agua y vainilla, tal como lo hacían los nativos americanos, y que para nosotros se convierte en cacao, azúcar y leche, como poco. El chocolate tal como se vende en las grandes superficies es un alimento problemático, que presenta un alto índice glucémico y que está asociado a problemas de obesidad y diabetes.


El consumo habitual de cafeína no es saludable, además, el simple hecho de que pueda producirse artificialmente y en grandes cantidades, hace de ella un alimento más nocivo aún. Colas y refrescos oscuros tienen gran cantidad de cafeína y su consumo es preocupante, por su nulo aporte nutricional y por su contribución a la acidosis metabólica, tan relacionada con la enfermedad. Más preocupante aún, es que niños y adolescentes son grandes consumidores de los mismos.


Cafeína y Cerebro

Es importante reducir la ingesta de cafeína, porque su consumo masivo está asociado, también, a múltiples problemas de salud que afectan, especialmente al funcionamiento de nuestro cerebro:


Reduce el flujo sanguíneo al cerebro y todo lo que dificulta el riego sanguíneo provoca envejecimiento prematuro.

Deshidrata el cerebro, lo que dificulta la agilidad de razonamiento.

Interfiere en el sueño, que es esencial para una buena salud cerebral, el control del apetito y el rejuvenecimiento de la piel. Estropea los patrones de sueño porque bloquea la adenosina, una sustancia que nos indica cuando dormir. Si esto ocurre dormimos menos, nos levantamos cansados y necesitamos más cafeína para empezar el día.

En grandes cantidades puede ser adictiva. Dejarla, genera síndrome de abstinencia con posibles dolores de cabeza e irritabilidad.

Puede acelerar el ritmo cardiaco y subir la tensión arterial.

Puede alterar el sistema nervioso.

Aumenta la tensión muscular.

Puede provocar descomposición.

Puede elevar los marcadores inflamatorios. En dos estudios se demostró que 200mg de cafeína (entre dos a cuatro tazas de café) aumentan los niveles de homocisteína, un marcador de inflamación y de trastornos cardiacos.

Puede afectar a la fertilidad. Está asociada a partos prematuros, dolencias de nacimiento, imposibilidad de concebir, peso bajo del bebé al nacer y aborto espontaneo.

Las grandes cantidades de cafeína pueden detener la absorción del calcio y provocar el adelgazamiento de los huesos (osteoporosis).

Puede provocar protuberancias y dolor en las mamas (mamas fibroquísticas).

Además de todos estos problemas, la cafeína puede llevar a tener: Depresión, Ansiedad, Nauseas, Inquietud, Temblores, Micción más frecuente y Vómitos.


Se debe evitar por completo la cafeína si:
  • Se es propenso al estrés, la ansiedad o los problemas de sueño.
  • Se es mujer y  se tienen protuberancias y dolor en las mamas.
  • Se tiene reflujo ácido o úlceras gástricas.
  • Se tiene hipertensión.
  • Se tiene problemas con  ritmos cardiacos rápidos e irregulares.
  • Se tienen dolores de cabeza crónicos.

Es un estimulante que aumenta la frecuencia cardíaca y el metabolismo. Su ingestión no es nada aconsejable en caso de madres embarazadas, porque viaja a través del torrente sanguíneo hasta la placenta y puede tener un efecto negativo en el  bebé.


Se define la cafeína como una droga porque estimula el sistema nervioso central, lo que aumenta el estado de alerta. En la mayoría de las personas, la cafeína produce un aumento temporal de la energía y una mejora del estado de ánimo, que decae a las seis horas de haber sido ingerido el producto, que nos la ha proporcionado. Solemos tomar café después de comer, porque como hacemos comidas muy pesadas, nos entra sueño y necesitamos estimularnos. Sería mejor hacer comidas ligeras, para no tener necesidad de tomar nada, ni tan siquiera al levantarnos.

Por lo general, los adolescentes obtienen la mayor parte de la cafeína de las bebidas gaseosas y energizantes y los adultos del consumo masivo y habitual de café. La cafeína también puede interactuar con algunos medicamentos o suplementos, si estás estresado o ansioso, puede empeorar estos estados emocionales y aunque se utiliza para tratar las jaquecas, puede aumentar la intensidad de las mismas en ciertas personas.


Síndrome de Abstinencia

Según Roland Griffiths, profesor de biología conductual y neurociencia en la Johns Hopkins School of Medicine de Baltimore, Maryland, solo media taza de café al día puede producir una dependencia física que dé lugar a un síndrome de abstinencia. Y añade que aproximadamente la mitad de las personas que consumen cafeína, tendrían un síndrome de abstinencia si dejaran de tomarla, independientemente de qué tipo de producto con cafeína utilizaran.

Tras pasar entre 12 y 24 horas sin tomar cafeína, las personas con adicción a esta sustancia pueden tener los siguientes síntomas, que alcanzan su máximo después de un periodo de entre 20 y 50 horas de abstinencia:
  • Dolor de cabeza.
  • Fatiga o somnolencia.
  • Depresión o irritabilidad.
  • Problemas de concentración.
  • Síntomas similares a los de la gripe, con náuseas, dolor muscular y rigidez.

Estos síntomas pueden durar entre dos y nueve días. Aproximadamente un 13% de las personas tienen un síndrome de abstinencia severo, que les lleva a "no acudir al trabajo, cancelar encuentros sociales, e irse a la cama creyendo que tienen la gripe", explica  Roland Griffiths.


La mayoría de la gente que toma cafeína regularmente, lo hace para evitar el síndrome de abstinencia y no porque le gusten los productos que la contienen. Ya hemos dicho también, que la cafeína puede también agravar la ansiedad o depresión en las personas que padecen estos trastornos. Algunos de los que consumen gran cantidad de café durante el trabajo, pueden tener síndrome de abstinencia durante los fines de semana o las vacaciones, sin ser conscientes de lo que les pasa. Estas personas suelen mejorar tomando algún analgésico de los que contienen cafeína. Es su manera de calmar los síntomas negativos relacionados con la adicción.

Ningún estimulante es beneficioso para nuestro organismo o necesario. El consumidor de cafeína no la suele consumir con moderación y cuando lo hace, es a través de productos que por otro lado, nos acidifican. La cafeína es adictiva y como hemos visto su consumo descontrolado afecta negativamente a nuestra salud.


Las máximas cantidades de cafeína, que según la OMS podrían ser saludables, son unos 200mg. Estas son las cantidades aproximadas en  diferentes productos de uso normal, e incluso cotidiano:

PRODUCTO
CANTIDAD
MG
Bebida energizante Monster
2 tazas
160 mg
Bebida energizante Rockstar
1 taza
80 mg
Bebida energizante Red Bull
1 taza
80 mg
Jolt cola
1 taza y media
72 mg
Mountain Dew
1 taza y media
55 mg
Coca-Cola
1 taza y media
34 mg
Diet Coke
1 taza y media
45 mg
Pepsi
1 taza y media
38 mg
7-Up
1 taza y media
0 mg
Café colado (filtros)
1 /2 taza
115 mg*
Té helado
1 taza y media
70 mg*
Bebida con cacao
1 /2 taza
4 mg*
Bebida de leche y chocolate
1 taza
5 mg*
Chocolate amargo
25 gr
20 mg*
Chocolate con leche
25 gr
6 mg*
Goma de mascar
1 tira
33 mg
Medicamento para el catarro
1 comprimido
30 mg*
Vivarin
1 comprimido
200 mg
Excedrin extra potente
2 comprimidos
130 mg

Hay otros productos saludables y naturales que no contienen cafeína y con sabores muy buenos. Si modificamos nuestra dieta e introducimos alimentos fisiológicos en ella, no tendremos problemas de adormecimiento por digestiones pesadas y podremos prescindir del consumo adictivo de café, té o bebidas de cola, monster, red bull o similares. 


Somos seres vivos, activos y saludables. No necesitamos depender de nada para vivir una vida digna. Cuidemos de nuestro cuerpo y de nosotros alimentándonos, no estimulándonos con sustancias que nos proporcionan una energía ficticia. No tenemos más energía por tomar café o productos con cafeína. Sin embargo, alteramos nuestros patrones de sueño y nuestro funcionamiento cerebral y corporal con su consumo y hacemos de éste un hábito del que no podemos prescindir.

Tomar un café solo y sin azúcar, un té, especialmente verde, es saludable. Ambos están cargados de antioxidantes.  El hábito y la adicción al té o al café no lo es. Peor aún es el consumo de bebidas de cola y bebidas energéticas, porque, aparte de no aportarnos antioxidantes, a la cafeína se suman otros aditivos presentes en ellas, todos ellos muy nocivos. Además, esta cafeína es un producto químico aislado, que no funciona igual que el producto natural en nuestro cuerpo, y… ¿Qué tomamos, cafeína más qué? ¿Qué tipo de alimento son estas bebidas? Aunque no seamos conscientes de cómo nos afectan, poco a poco nuestro cuerpo se acidifica y ensucia. La acidificación abre la puerta a los problemas de salud.

Una dieta repleta de alimentos vitalizantes, especias, hierbas y plantas medicinales es mucho más afín a nuestro organismo y por supuesto, mucho más saludable.

¿Qué quieres para ti?



FUENTES:

Cambia tu cerebro, Cambia tu Cuerpo. Dr. Daniel G. Amen. Ed. Sirio, 2012.

Nutrición Vitalizante. Néstor Palmetti. Argentina, 2012.



Lucía Madrigal             



Cacao. Chocolate ¡Que Rico!


A casi todos nos gusta el chocolate, más o menos dulce, en crudo, con especias, cáscara de naranja, jengibre…, está delicioso.


Cuando decimos Cacao nos estamos refiriendo  a la planta, un pequeño árbol de hoja perenne de la especie Theobroma Cacao, que se cultiva por sus semillas, también conocidas como granos de cacao o cacao en grano. El término "Chocolate" se aplica a todo lo obtenido de la semilla del cacao: Nibs, trocitos que forman la semilla del cacao,  semillas de cacao, enteras y sin tostar, Pasta de cacao, sacada de prensar las semillas sin tostar, Manteca de cacao, resultado de continuar prensando la Pasta de cacao y al Polvo de Cacao, obtenido de secar y pulverizar la Torta de Cacao que queda después de la extracción de la Manteca.

En todos ellos está la verdadera fuente de nutrientes. Los dulces hechos a partir de cualquier preparación de semillas de cacao del mercado, por lo general, tostadas en exceso, procesadas y refinadas no tienen esas maravillosas propiedades, que hacían del chocolate, en tiempo de los Indígenas Americanos, un Alimento Sagrado.

El consumo de chocolate, tal como se vende en las grandes superficies y tiendas de alimentación, no promueve la salud. Más bien, resulta poco beneficioso e incluso nocivo, ya que ha perdido toda su pureza. Para la elaboración del mismo, se utiliza cacao tostado, descascarillado y pulverizado, un cacao que está tan procesado, que ha perdido su vitalidad. Si a esto le añadimos todos los aditivos habituales en nuestros dulces, el resultado es cualquier cosa menos chocolate.


El chocolate con leche tampoco tiene esas concentraciones de nutrientes, la leche es un alimento difícil de digerir, además de poco fisiológico y hace con el chocolate una mezcla poco oportuna. Si a ésta mezcla le añadimos azúcar o cualquier edulcorante, la digestión aún se complica más.

Cuando, como decimos, las semillas de cacao no están tostadas, se obtiene "el Chocolate Crudo", que también se suele endulzar, aunque mucho menos, porque su sabor es amargo y estamos poco acostumbrados a ese tipo de sabores. Sin embargo, es este “Chocolate” el más beneficioso. Preparado a bajas temperaturas, tal como se hace en la cocina crudivegana, está muy bueno y de esta manera se obtienen los mayores beneficios de su consumo.

Cada vez se van dando a conocer más beneficios del chocolate negro y crudo, con un número creciente de estudios que apuntan a sus ricas concentraciones de polifenoles y antioxidantes beneficiosos. Este chocolate contiene una gran concentración de semillas de cacao y mantiene bastante, su pureza original. Sin embargo, nada mejor que el chocolate hecho en casa con autentico cacao, el cacao de los superalimentos.


Actualmente y tras sucesivas investigaciones podemos decir que el cacao, en todas sus formas y mientras mantenga su pureza, es uno de los alimentos más ricos en antioxidantes y cualidades nutricionales.

El buen chocolate está unido a una gama amplia de beneficios distintos. De los antioxidantes ya se ha hablado mucho, pero hay que recordar que para que estos se mantengan, los granos no han de procesarse de ningún modo. Los polifenoles antioxidantes del cacao puro y crudo son tan valiosos, que tienen la capacidad de detener la oxidación de los radicales libres. Esto ayuda a disminuir el riesgo de numerosos problemas de salud, al interferir, directamente, con una de las principales causas de enfermedades degenerativas crónicas.

El chocolate crudo, sin tostar, prensado y molido a menos de 42 grados, es una de las mejores fuentes de magnesio, hierro, zinc, manganeso y cobre. Contiene, también, compuestos químicos naturales, incluyendo la anandamida (trascripción de una palabra sánscrita que significa "felicidad" y que es un neurotransmisor del cerebro que bloquea temporalmente las sensaciones de dolor y la ansiedad, Theobromina, Serotonina, Feniletilamina y Triptófano. Todos estos compuestos, se ha demostrado que producen mayores niveles de energía física y estado de alerta mental, y, con toda seguridad, hay muchos otros compuesto beneficiosos en el chocolate que aún no se han descubierto. 


En el Grano de Cacao, Podemos Encontrar:

Antiinflamatorios, anti-cancerígenos, anti-trombóticos, incluyendo con ellos la mejora de la función endotelial. El cacao es Cardioprotector, disminuye la presión arterial, mejora el perfil lipídico, y ayuda a prevenir la fibrilación auricular, reduce el riesgo de Alzheimer, las hormonas del estrés y la proteína C reactiva, es antidiabético y antiobesidad, mejora la función del hígado en caso de cirrosis hepática, es neuroprotector, mejora la flora gastrointestinal, reduce los síntomas de glaucoma y cataratas, retarda la progresión de la periodontitis, mejora la resistencia al ejercicio, protege contra la preeclampsia en mujeres embarazadas y puede ayudar a prolongar la vida útil.

Ante estos decubrimientos ¿A quién no le gusta el chocolate?




Lucía Madrigal                 



El Microondas, con Respeto a los que lo Usan


Tan importante como elegir los alimentos que comemos es cómo cocinarlos. Lo ideal es consumir todos ellos en su estado crudo, pero estamos tan acostumbrados a las preparaciones y al sabor del cocinado que nos resulta difícil disfrutar de los alimentos tal como son en la naturaleza. En cualquier caso, de nada nos sirve comprar alimentos ecológicos y de buena calidad, si los consumimos cocinados a altas temperaturas, horneados, fritos o cocidos en olla a presión. Mucho menos saludable resulta aún el uso del microondas.


¿Por qué?

El microondas resulta cómodo pero a la vez tremendamente tóxico. Cuando calentamos o cocinamos en él, ondas electromagnéticas son irradiadas hacia las moléculas de agua de los alimentos, provocando su rotación y fricción violenta hasta que se calientan, lo que hace que éstas moléculas se conviertan en vapor y que los alimentos, por tanto, se calienten muy rápidamente.

Pero no sólo ocurre esto, el microondas también provoca cambios en la estructura química de lo que comemos y altera el valor nutricional de lo mismo. Además, los alimentos se calientan por unos lados más que por otros, lo que ocasiona explosiones de vapor muy caliente en algunas zonas, mientras que otras están frías.

Otro problema del uso del microondas es que  los contenedores de plástico o papel que se suelen utilizar para calentar, liberan toxinas cancerígenas, que pueden filtrarse a los productos comestibles. Muy pocas personas eligen recipientes adecuados y muchos de nuestros alimentos se venden ya envasados para que puedan introducirse en el microondas sin necesidad de otro tipo de contenedores o recipientes. Pero, estos envases liberan numerosas toxinas químicas como el tereftalato de polietileno (PET), el benceno, tolueno y xileno. Las personas compran pizzas, palomitas o patatas fritas, para ser consumidas así, porque es más cómodo, aunque más tóxico. Además, calentar en el microondas alimentos grasos contenidos en envases de plástico produce la liberación de dioxinas (sustancias cancerígenas) y otros tipos de toxinas.

Uno de los peores contaminantes es el BPA, o bisphenol A, un compuesto similar al estrógeno usado ampliamente en productos de plástico. De hecho, los platos hechos especialmente para el microondas frecuentemente contienen BPA, pero muchos otros productos de plástico también lo contienen.

El uso del microondas distorsiona y deforma las moléculas de cualquier alimento o de cualquier sustancia, de eso no nos cabe duda. Sin embargo, teóricamente, el problema de la fuga de radiación, ya está solucionado y en los modernos microondas, es tan pequeña que “se encuentra muy por debajo del nivel que causa daños al ser humano”.

No obstante, de acuerdo con Powermatch, una organización independiente sin ánimo de lucro, que tiene un papel muy importante en el debate sobre la radiación de los microondas: “Incluso cuando el horno microondas está funcionando adecuadamente, los niveles de microondas dentro de la cocina son probablemente significativamente más altos que los producidos por las bases de los teléfonos que se encuentran cerca. También, hay que recordar que las microondas viajan a través de las paredes, si el horno se encuentra pegado a éstas”.


Powermatch también afirma que no está claro, si las regularizaciones actuales sobre la fuga de radiación son realmente seguras y recomienda que los hornos microondas sean revisados al menos una vez al año.  Es muy probable que las emisiones de radiación puedan cambiar con el uso continuado del aparato y son muy perjudiciales, ya que pueden causar defectos en el feto durante la gestación, cataratas, cáncer y otros problemas serios de salud.

Hay ya muchos experimentos que demuestran todos estos aspectos nocivos del uso del horno microondas, pero los resultados negativos no son nuevos y el uso de este aparato tiene su historia:

Los nazis fueron los primeros en crear un dispositivo de calentamiento por microondas, lo crearon para proporcionar apoyo alimentario móvil a sus tropas durante la invasión de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial. Estos primeros hornos microondas fueron experimentales. Después de la guerra, el Departamento de Guerra de los Estados Unidos se propuso investigar su seguridad, pero fueron los Rusos quienes realmente se dedicaron a ello. Alarmados por lo que descubrieron, los hornos microondas fueron prohibidos en Rusia, en 1976.

Veinte años de investigación rusa (y estudios alemanes, que datan de 1942) representan un fuerte argumento contra la seguridad de los hornos microondas.

Sus conclusiones llevaron al gobierno ruso a emitir una alerta internacional sobre el posible daño biológico y ambiental relacionado con el uso de los hornos microondas y otros dispositivos con frecuencias electrónicas similares, como los móviles.


El artículo de Powematch resume los siguientes resultados de las investigaciones rusas:

Los investigadores rusos observaron que se formaban sustancias cancerígenas en casi todos los alimentos probados.

El calentamiento de la leche y granos en el microondas, convirtió algunos aminoácidos en sustancias cancerígenas.

Las carnes preparadas en el microondas, produjeron agentes causantes de cáncer, las d-Nitrosodientanolaminas.

El calentamiento de alimentos congelados en el microondas, convirtió sus glucósidos y galactósidos en sustancias cancerígenas.

Una exposición extremadamente breve de vegetales congelados, cocidos o crudos, convirtió sus alcaloides en cancerígenos.

Se formaron radicales libres cancerígenos al calentar plantas en el microondas, especialmente la raíz de los vegetales.

Se halló en los alimentos una degradación estructural que produce la disminución del valor nutricional en un 60 a 90%, con reducciones significativas en la biodisponibilidad del complejo de vitamina B, vitamina C y E, minerales y  lipotrópicos (sustancias que impiden la acumulación anormal de  grasa).

Existen otros estudios que corroboran lo aquí expuesto:

El Dr. Hertel, médico suizo, desde su pequeño estudio, en coautoría con el Dr. Bernard Blanc del Instituto Federal de Tecnología de Suiza y el Instituto Universitario de Bioquímica, reveló fuerzas degenerativas producidas por los hornos microondas, en los alimentos que él y su equipo cocinaron y determinó, tras esta investigación, que el uso del horno microondas cambiaba los nutrientes de los alimentos y que los cambios afectaban a la sangre de los que los consumían, lo que podía causar efectos negativos en la salud.

Hertel afirmó:

“No hay átomos, moléculas o células de ningún sistema orgánico capaces de resistir este violento y destructivo poder durante cierto periodo de tiempo. Esto ocurre, incluso si el horno microondas tiene baja potencia de milivatios”.

Las conclusiones de Hertel fueron que calentar los alimentos en el microondas podía:

Aumentar los niveles de colesterol.

Disminuir el número de leucocitos (glóbulos blancos), lo que sugiere envenenamiento.

Disminuir el número de glóbulos rojos.

Producir compuestos radiolíticos.

Disminuir los niveles de hemoglobina, lo que sugiere anemia.

Todo esto ha sido corroborado por el Dr. Hans Ulrich, médico suizo dedicado al sector de la alimentación.


Existen, también estudios que evidencian que una frecuencia de radiación de 0,3% provoca que aumenten los niveles de azúcar en la sangre en individuos susceptibles y que esto, en realidad, podría ser la causa de un tipo de diabetes.

Un estudio reciente que examinó los efectos de 2.4 GHz de radiación (que es la frecuencia de la radiación emitida por las fuentes de Wifi y del microondas) en el corazón, descubrió “evidencia inequívoca” de que la frecuencia de  radiación del microondas afecta al corazón a niveles que se encuentran muy por debajo de las normas de seguridad federales, en EEUU.

La Dra.Magda Haves de la Universidad de Trente, autora de este estudio, afirma:

“Este es el primer estudio que documenta los cambios inmediatos, tanto en el ritmo cardíaco, como en su variabilidad, causados por un dispositivo aprobado, que genera microondas a niveles muy por debajo (0.3%) de las normas de seguridad de Canadá y los Estados Unidos”.

Hay experimentos en internet en los que se prueba, que una planta regada con agua calentada en el microondas y después enfriada para el riego, muere en poco más de una semana. Esto no ocurre con otros tipos de agua. Y si además de todo lo aquí expuesto, las plantas mueren, como podemos dudar de los efectos de las microondas en nuestros alimentos y en nosotros.

La planta colocada a la izquierda de las imágenes, está regada durante nueve días con agua de microondas. La de la derecha, con agua del grifo.

Tras esto, no parece el microondas una opción saludable, sin embargo, todo consiste en decidir qué es lo que queremos para nosotros. Los escépticos ya no pueden afirmar que los microondas no tienen efectos biológicos inmediatos en nuestra salud. Hay demasiadas evidencias.

Elegir la vida es optar por la salud y el cuidado de nuestros cuerpos.

Nada resulta más fácil que cocinar como cocinaban nuestras abuelas y dar prioridad al alimento crudo.




Lucía Madrigal