El Exceso de Omega 6, un Problema para la Salud


El abuso de aceites vegetales produce un desequilibrio en las proporciones entre Omega 3 y Omega 6, Sin embargo, el problema real  lo encontramos en la calidad de este aceite, ya que lo ingerimos después de procedimientos industriales bastante degradantes. El exceso de grasas omega 6 de los alimentos procesados produce un desequilibrio, que ​​aumenta significativamente el riesgo de enfermedades del corazón, cáncer, enfermedad de alzhéimer, diabetes, artritis reumatoide, y de otras muchas enfermedades.


El Omega 6 está presente en las semillas de girasol, cacahuete, maiz, soja...en el aguacate, en las aceitunas, en el germen de trigo, en la espirulina...Tanbién está presente en el pescado de cría natural. Estas fuentes son alternativas saludables, sin embargo, es muy importante evitar las fuentes industrializadas de Omega 6.


Cada vez que se consumen aceites vegetales o alimentos cocinados con ellos, aumenta el índice de colesterol oxidado, que es identificado por nuestro cuerpo como una bacteria. El sistema inmune envía macrófagos para atacarlo, lo que genera inflamación en el interior de las paredes de las arterias. Este colesterol oxidado es un factor importante para las enfermedades coronarias.

A esto hay que añadir, que muchos de estos aceites vegetales son transgénicos, lo cual agrava el riesgo para la salud. Más del 90% del aceite de cánola consumido en los EEUU es así. También pueden ser transgénicos los aceites de girasol, soja y algunos más. Los mejores aceites son el aceite de coco, un aceite saturado de cadena media, poco susceptible a la acción del calor y muy bueno para cocinar y el de oliva, abundante en ácido oleico (omega 9), que está delicioso para tomar en crudo. Ambos son excelentes opciones para añadir en nuestra dieta diaria.




Lucía Madrigal              



El Alimento Sana


La calidad del suelo, el tiempo de almacenamiento o el  procesamiento de los alimentos pueden influir, de manera significativa, en los niveles de ciertos nutrientes presentes en ellos.

La tierra se ve afectada, como nosotros, por los problemas generados por una agricultura intensiva y desconsiderada que desequilibra los ecosistemas y hace la vida en ellos insostenible. Se produce mucho y se almacena todo durante mucho tiempo, lo que deteriora la calidad de lo que comemos. A la vez, se utilizan aditivos para evitar el deterioro y favorecer la conservación. Por  último se hacen procesamientos, normalmente a altas temperaturas y con más aditivos, lo que da lugar a alimentos desnaturalizados y de muy baja calidad nutricional.

Además, estamos sucios por dentro. La acumulación de toxinas es excesiva y nuestro cuerpo tiene que lidiar con huéspedes inoportunos, tóxicos acumulados, y fluidos saturados. Necesitamos depurar.


En muchas ocasiones las deficiencias nutricionales no se notan hasta que pasa un tiempo, lo que nos conduce a creer que nuestro cuerpo está recibiendo todos los nutrientes que necesita. Pero otras muchas veces, surgen síntomas raros y sin causa aparente, que pueden estar relacionados con carencias nutricionales. Los siguientes síntomas nos pueden indicar que tenemos déficit de nutrientes.


Grietas en las Comisuras de la Boca

Esto puede ser una señal de  deficiencia de hierro, zinc y vitamina B (niacina, riboflavina, y vitamina B12), o de  que no estamos  tomando suficiente proteína, aunque no necesitamos tanta como creemos. Buenas fuentes de estos nutrientes son los vegetales de hoja verde, las nueces y las semillas.

Debido a que la absorción de hierro se ve reforzada por la vitamina C, es aconsejable asegurarse de incluir  verduras ricas en vitamina C como el brócoli, los pimientos rojos, la col rizada, y la coliflor.


Pérdida  de Pelo y Erupciones Rojas y Escamosas (especialmente en la cara)

Esto puede ser un signo de deficiencia de  vitamina B7 o biotina. Nuestro cuerpo necesita grasas, carbohidratos y aminoácidos para metabolizar esta vitamina, que es conocida por su papel en el fortalecimiento del cabello y las uñas. Las yemas de huevos ecológicos son una de las mejores fuentes de biotina. Otras buenas fuentes de biotina son el aguacate, la coliflor, las nueces, las frambuesas, y los plátanos.


Brotes de Erupciones Parecidos al Acné (en las mejillas, brazos, muslos y nalgas)

Esto puede ser un signo de deficiencia en ácidos grasos esenciales como el omega-3, así como de vitamina A o de vitamina D. Podemos obtener la vitamina D del sol y  la vitamina A de alimentos como las verduras de hoja verde, las zanahorias o las batatas, y los pimientos rojos. El Omega 3 está presente en la chía,  en el lino y en las verduras de hoja verde.


Hormigueo, Punzadas, y Entumecimiento en Manos y Pies

Esto también puede ser un signo de deficiencia de vitamina B (especialmente ácido fólico, B6 y B12). El síntoma se relaciona con el efecto de la deficiencia en los nervios periféricos y puede estar combinado con ansiedad, depresión, anemia, fatiga y desequilibrios hormonales.

Algunas buenas fuentes de vitaminas B son las espinacas, los espárragos, la  remolacha y las algas.


Calambres Musculares (en los dedos de los pies, las pantorrillas, el dorso de las piernas, y los arcos de los pies)

Los calambres musculares pueden ser un signo de deficiencias en magnesio, calcio y potasio, especialmente si suceden con frecuencia. Podemos solucionar este problema comiendo almendras, avellanas, calabaza,  verduras de hoja verde (col rizada, espinacas, y diente de león),  brócoli, col china, y  manzanas.


Deficiencia de OMEGA-3

La mayoría de las personas consumen demasiadas grasas omega-6 inflamatorias, en ,os aceites vegetales y muy pocos omega-3 anti-inflamatorias, lo que conduce a la enfermedad cardiovascular, el cáncer, la depresión, la enfermedad de Alzheimer, la artritis reumatoide, la diabetes y más. La proporción ideal de ácidos grasos omega-3 respecto a las grasas omega-6 ha sido  durante mucho tiempo de 1: 1, pero la dieta occidental típica es 01:20-1:50, lo cual nos perjudica. Cuando existen problemas de salud, las proporciones no son siempre las mismas, pero siempre hay que decantarse hacia el consumo de Omega 3, que es antiinflamatorio. Signos de una deficiencia en Omega 3 son:

Piel seca y escamosa, piel de cocodrilo, o "piel de pollo" en la parte de atrás de los brazos, caspa o cabellos secos, uñas quebradizas o blandas,  piel agrietada en los talones o las puntas de los dedos,  disminución de la inmunidad e infecciones frecuentes, sequedad en los ojos, mala cicatrización de las heridas, micción frecuente o sed excesiva, fatiga, alergias, pobre capacidad de atención, hiperactividad o irritabilidad y problemas de aprendizaje.

Las sardinas son una de las fuentes más concentradas en grasas omega-3, con una proporción que equivale a más del 50 % de su valor diario recomendado.  También contienen una gran cantidad de otros nutrientes, vitamina B12, selenio, proteínas, calcio, y colina, por lo que es una de las mejores fuentes dietéticas de ácidos grasos omega-3 de origen animal.

Fuentes vegetales de Omega 3 son las semillas de lino y su aceite, pues por cada 100 gramos de semillas de linaza hay alrededor de 22 gramos de omega 3, es decir, una porción que nos ofrece más de 6 gramos de esta grasa saludable. El aceite de linaza tiene alrededor de 53 % de omega 3 por lo que una sola cucharada nos ofrece 7 gramos de este ácido graso.  Las semillas de chía merecen ser denominadas un superalimento ya que son una excelente fuente de fibra y antioxidantes, calcio, proteínas y ácidos grasos omega 3 (ácido alfa-linolénico) ALA de origen vegetal. La quínoa, un pseudocereal sin gluten, que puede usarse como el resto de los cereales, contiene por cada 100 gramos, 8,35 gr de omega 3


LA COLINA

Es otra de las carencias nutricionales más comunes. La colina es una vitamina del grupo B conocida por su papel en el desarrollo del cerebro. La ingesta de colina durante el embarazo puede mejorar la función cognitiva, el aprendizaje y la memoria del feto. Incluso puede disminuir el declive de la memoria relacionado con la edad y la vulnerabilidad del cerebro a las toxinas durante la infancia. Pero no es necesario suplementar, ya que hay alimentos muy ricos en colina.

En los adultos, la colina ayuda a mantener el buen funcionamiento de las membranas celulares, juega un papel importante en las comunicaciones nerviosas, evita la acumulación de homocisteína en sangre (niveles elevados están vinculados a enfermedades del corazón), y reduce la inflamación crónica. Alimentos de origen animal, como los huevos ecológicos son algunas de las mejores fuentes de colina. Son fuentes vegetales de colina las legumbres, como los garbanzos o las lentejas, la lechuga, la coliflor, el arroz y la col, las coles de bruselas o el brócoli cocido al vapor.


La deficiencia de VITAMINA D

Es común en adultos de todas las edades que siempre usan protección solar o limitan sus actividades al aire libre. Los investigadores estiman que el 50 por ciento de la población en general está en riesgo de deficiencia o insuficiencia de vitamina D y este porcentaje se eleva en las poblaciones de mayor riesgo, como los ancianos y las personas con piel más oscura.  Pero no nos hace falta suplementación artificial, si tomamos el sol.

Según la Dra. Seneff"La señal de vitamina D proporciona un mensaje de que todas las cosas están funcionando en sintonía". "Pero si usted toma grandes cantidades de suplementos de vitamina D, está engañando al sistema porque tiene mucha vitamina D de la que sólo una cantidad se activa... Tiene suficiente para engañar a su cuerpo haciéndolo pensar que las enzimas citocromo p450 están funcionando correctamente. Por eso creo que la respuesta es NO tomar grandes cantidades de suplementos de vitamina D".

Sin duda, es el sol el mejor suplemento de vitamina D.


Si depuramos y limpiamos nuestro cuerpo tanto por dentro, como por fuera, cuidamos nuestra alimentación y elegimos alimentos limpios, dormimos y descansamos, practicamos ejercicio, preferiblemente al aire libre y bebemos agua buena, no tendremos carencias nutricionales. Guiados por el cuerpo, todos sabemos lo que nos sienta bien, ya que la dieta no es una única y homogénea. No obstante, los siguientes alimentos  son una fuente inequívoca de nutrientes y nos alejan de la posible suplementación recomendada.

Los brotes pueden contener hasta 100 veces más enzimas que las frutas y verduras crudas, lo que permite a nuestro cuerpo extraer más vitaminas, minerales, aminoácidos y ácidos grasos esenciales de los alimentos que consume.

Los Jugos no sólo ayudan a consumir más verduras ricas en nutrientes, sino que también favorecen la absorción de los nutrientes que éstas contienen.

Los alimentos fermentados apoyan a las bacterias beneficiosas en el intestino, lo que ayuda a la absorción de minerales y desempeña un papel importante en la producción de nutrientes como vitaminas del complejo B y vitamina K2.

El cuerpo se cuida, se recupera y se sana. Lo que nos perjudica es la insistencia en buscar fuera lo que tenemos dentro. Hacia fuera buscamos, hacia dentro encontramos.

Sólo hace falta escucharse.



Fuentes:

Carencias nutricionales. Dr. Joseph Mercola.

El Mito de las Carencias. Néstor Palmetti. Cuadernos depurativos, 2011.



Lucía Madrigal               



El Consumo de Carne


Para nosotros la proteína principal es la carne. Se consume mucha carne, mucha más proteína animal de la que nuestro cuerpo es capaz de procesar. A mucha gente le gusta, e incluso, hay quien afirma que no puede vivir sin ella, ya que ¿De dónde obtendrían las proteínas necesarias para vivir?


Sin embargo, parece raro que nos sintamos en la obligación de comer proteínas cárnicas o de otros tipos que el cuerpo tiene que hidrolizar y que tengamos dudas acerca de la capacidad corporal, para montar las proteínas que necesita a partir de aminoácidos simples. Nuestro cuerpo sabe lo que hace y elabora las proteínas que necesita, a su  medida. Descomponer una proteína animal para obtener aminoácidos simples es un gasto energético innecesario, máxime cuando tenemos la capacidad de obtener aminoácidos simples de otros alimentos, como las hojas verdes, los germinados, las frutas, las semillas…Pero la carne gusta mucho y su consumo está asociado a la etiqueta de necesaria.

Cada año se gastan miles de millones en publicidad para promover el consumo de carne y sus derivados.  Sin embargo, no se suele decir que la proteína cárnica es densa y difícil de digerir para nosotros, o que nos ensucia, ya que el organismo humano no la puede utilizar directamente, y su desdoblamiento en aminoácidos genera muchos desechos tóxicos, como el ácido úrico y el amoniaco

Tampoco se dice nada de los múltiples estudios, que documentan que el consumo de carne procesada está fuertemente relacionado con la muerte prematura. De acuerdo con los investigadores, reducir el consumo diario de carnes procesadas a menos de 20 gramos al día podría reducir las tasas de mortalidad. Esto incluye al tocino, las salchichas de todo tipo, los embutidos (fiambres) y cualquier otro “producto de carne  procesada”.


De hecho en  2011, La Fundación de Investigación Mundial del Cáncer (WCRF) llegó a la conclusión de que nadie debería comer carnes procesadas, debido a su potencial cancerígeno. Los hot-dogs, el tocino, el salami y otras carnes procesadas también podrían aumentar el riesgo de diabetes en un 50 % y disminuir la función pulmonar, lo que aumenta el riesgo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Un análisis realizado en el 2007 por la WCRF llevó a la conclusión de que comer tan sólo una salchicha al día podía aumentar significativamente el riesgo de cáncer de intestino. Otros estudios también han llegado a conclusiones similares y afirman que las carnes procesadas aumentan el riesgo de, cáncer de colon, cáncer de vejiga, cáncer de estómago o cáncer pancreático.

El problema real, a parte de la necesidad de hidrolizar las proteínas, es que la carne es un alimento que debe ser cocinado, ya que se pudre muy rápidamente. Tan sólo 30 minutos después de la matanza del animal, la carne cambia de color y ha bajado su PH de 7.2 a 5.2 más o menos. Se deteriora y su descomposición genera bacterias que son muy nocivas. Por eso hay que procesarla o cocinarla muy rápidamente. Además cruda está dura y no tiene buen sabor.

Cuando se cocina la proteína cárnica, esta se endurece y se coagula la estructura proteica, lo que dificulta el desdoblamiento en aminoácidos simples. Por otro lado, la temperatura de cocción da lugar a la formación de moléculas complejas y artificiales, beta carbolinas, productos finales de glicación avanzada, moléculas de Maillard… que nuestras enzimas no pueden degradar. Estos compuestos generan efectos ensuciantes, mutagénicos, neurotóxicos, cancerígenos y adictivos.

Otro aspecto importante es la cantidad de compuestos tóxicos, que se generan en la preparación de la carne, además, se añaden aditivos, que son consecuencia de los métodos modernos de procesamiento. A los aportes de la cría estabulada con hormonas de síntesis, metales pesados o antibióticos, se suman los mejoradores del aspecto, los resaltadores del sabor, los estabilizantes y los conservantes.


Los aditivos cárnicos más comunes son:


Las Sales de Nitrito

Normalmente actúan como ácido nitroso no disociado, son poderosos conservadores contra todos los organismos que causan alteraciones, infecciones e intoxicaciones cárnicas; los nitritos son la base de todas las carnes curadas tradicionales y modernas.

El uso de nitratos y nitritos como aditivos presenta, incuestionablemente, ciertos riesgos. El primero es el de la toxicidad aguda. El nitrito es tóxico y su intoxicación puede ser mortal, De hecho se conocen varios casos fatales por ingestión de embutidos con cantidades muy altas de nitritos. Para evitar esto, se puede utilizar el nitrito ya mezclado previamente con sal. En muchos países, esto debe hacerse obligatoriamente y las normativas de la CE incluyen esta obligatoriedad. 

En el curso de la cocción la interacción de los nitritos y los aminoácidos del producto conduce a la formación de las nitrosaminas, poderosos agentes cancerígenos; los mismos nitritos podrían ser cancerígenos. Se utilizan esencialmente en productos cárnicos para la Inhibición de microorganismos potencialmente patógenos, la estabilidad de la coloración, el desarrollo del sabor y  el aroma y el efecto antioxidante.


Eritorbato de Sodio

Es la sal sódica del ácido eritórbico, se obtiene de la fermentación del almidón de grado alimentario y presenta un efecto antioxidante muy similar al ascorbato de sodio. Es un fuerte agente reductor y muy soluble en agua, la aplicación que se le puede dar es en carnes curadas donde tiene una doble funcionalidad reforzando el efecto preservante del nitrito de sodio y mejorando la calidad organoléptica del producto acabado durante más tiempo, también tiene uso en carnes frescas, donde mediante aplicación superficial o inyección se consigue estabilizar el color y la vida útil de estas carnes. Es un aditivo muy utilizado por la industria alimentaria.


Natamicina-Pimaricina

No tiene efecto sobre bacterias, su principal aplicación es contra las levaduras y mohos, inhibiendo in Vitro el desarrollo de hongos productores de aflatoxinas. Se usa en embutidos crudos-curados como tratamiento superficial. Se emplea en salchichas y embutidos.


Sal 

La acción conservadora depende de su concentración en el agua, un aumento de la conservación puede lograrse reduciendo el contenido de agua por la desecación. Los efectos de la sal sobre la ligazón del agua y la carne, especialmente cuando se aumentan por acción mecánica, resultan de especial valor en la producción de algunas clases de jamón o combinación de carnes curadas. La sal común es un alimento tóxico para el ser humano.


Dióxido de Azufre

Es un conservador permitido por la Unión Europea, en determinados productos y a dosis controladas, es también un agente reductor y mejora la estabilidad del color de los embutidos, hamburguesas, etc. al nivel permitido (450 ppm).

El dióxido de azufre es altamente tóxico para el ser humano. Puede producir, opacamiento de la córnea (queratitis), dificultad para respirar, inflamación de las vías respiratorias, irritación ocular por formación de ácido sulfuroso sobre las mucosas húmedas, alteraciones psíquicas, edema pulmonar, paro cardíaco, y colapso circulatorio.


Parabenes (Ésteres del Ácido P-Hidroxibenzoico)

Son derivados del ácido benzoico con una débil sensibilidad al pH que permite utilizarlos incluso cerca de la neutralidad. La OMS considera como aceptable una ingestión de hasta 5 mg por Kg. de peso corporal y día. Con la actual legislación española esté límite se puede superar, especialmente en el caso de los niños. Otras legislaciones europeas son más restrictivas. En Francia solo se autoriza su uso en derivados de pescado, mientras que en Italia y Portugal está prohibido su uso en refrescos. Aunque se hable de su baja toxicidad, son tóxicos.

Son activos contra mohos y levaduras, no tanto contra bacterias. En alimentación sólo se usan las sales sódicas por su mejor solubilidad. Se emplean en dosis baja en alimentos como productos de aperitivo, confitería o suplementos dietéticos líquidos. En embutidos cárnicos que contienen cobertura de gelatina, se emplean los esteres etílico y propílico en concentraciones de 0,05-0,1%.

Pero, a pesar de todo esto somos adictos a la proteína y al consumo de carne.  Aunque la OMS aconseja unos 0,6 gr por cada kg de peso corporal, consumimos entre tres o cuatro veces más. Una comida normal, que además de carne incluya huevo o queso  se dispara en proteínas, pero es que a lo largo del día comemos más. Hasta hace poco, se creía que el exceso proteico se eliminaba, porque el organismo no tenía donde almacenarlo, pero a finales de los 80, un estudio Alemán demostró que el colágeno subcutáneo actúa como depósito natural de proteínas y que también se satura, contaminando paredes vasculares, sangre y espacio intracelular, lo que ocasiona hipertensión diabetes, arteriosclerosis, colesterolemia, embolias, infartos…

El excesivo consumo de proteína animal genera un manejo complicado de los subproductos del metabolismo putrefactivo, por ejemplo:

Histamina, que genera alergias.

Amoniaco y ácido úrico, que genera artritis o reuma.

Tiramina, que irrita el sistema nervioso, deprime la inmunología, y produce taquicardia y angustia.

Compuestos como los fosfatos y oxalatos que causan osteoporosis y cálculos.

Cadaverina y putrescina, que intoxican y desnutren.

Además, el metabolismo putrefactivo inhibe la síntesis y absorción de nutrientes esenciales, al tiempo que estimula el estreñimiento.


Concluyendo, el consumo excesivo y continuado de carne:

Fomenta Infecciones y Dolores: Los productos animales contienen ácido aráquido, de lo que se forman substancias infecciosas. Estas substancias pueden conducir a la aparición de neurodermitis, infecciones del intestino delgado y grueso, asma, artritis, artrosis y reúma.


Ocasiona Diabetes: Un elevado suministro de lipoácidos saturados puede llevar a una resistencia a la insulina y favorece la aparición de enfermedades producidas por los azúcares, por ejemplo diabetes. Por lo general los productos animales contienen lipoácidos saturados.


Está Relacionado con el Incremento de la Obesidad: Los lipoácidos saturados favorecen la obesidad. La obesidad es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, infarto de miocardio, ataques cardíacos, dificultades de riego sanguíneo, entre otras muchas más.


Está Asociado a la Osteoporosis: La proporción calcio/ fósforo está alterada en los productos cárnicos. Una elevada proporción de calcio/fósforo tiene como consecuencia una mayor eliminación de calcio de los huesos. Tal como han demostrado algunos estudios, existe una relación estrecha entre una elevada absorción de fosfato con la alimentación y un mayor riesgo de osteoporosis y fracturas óseas.


El Riesgo de Cáncer Aumenta con el Consumo de Carne: El NIH, la mayor institución mundial para la investigación médica, constató en 2001 un mayor riesgo de cáncer por el consumo de carne roja. Argentina y Uruguay pertenecen a los mayores consumidores de carne de vacuno del mundo, y al mismo tiempo se encuentran también entre los países con una cuota más alta de cáncer de mama y de intestino. Un estudio de la universidad de Minnesota, que fue publicada en septiembre de 2002, pone de relieve que el consumo de carne roja frita fomenta la aparición de cáncer de páncreas.

Según Desiré Merien, profesor de dietética y nutrición de la Facultad de Medicina de París y autor de libros como “Las fuentes de la alimentación humana”, compuestos de la carne animal excitan terminales nerviosos, provocando euforia, estimulación próxima a la embriaguez y aceleración de la corriente sanguínea. Como toda estimulación excitante consume mucha energía y va seguida de una fase depresiva. Si el consumo de carne es abundante, esto se repite constantemente, lo que favorece la depresión.


El Consumo Elevado de Carne Produce Daños Neuropsíquicos: Una alimentación rica en proteínas conduce a la subida de cortisol en el plasma sanguíneo y en la saliva. Un aumento crónico de la concentración de cortisol perjudica al hipotálamo, lo que conduce a un empeoramiento indudable de la memoria. El consumo de carne, según un estudio de la universidad Loma Linda de California, está asociado a los problemas mentales, ya que genera la presencia de compuestos en el cerebro como la putrescina, que actúan como inhibidores de enzimas o el glutamato decarboxilasa. Esto influye en el comportamiento y explica conductas neuróticas, agresivas y hasta manifestaciones epilépticas.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones aconsejan cambios en la alimentación para prevenir las enfermedades, consistentes en una disminución muy grande en el consumo de productos de origen animal y un aumento en el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales, estudios epidemiológicos como el realizado en el Centro Alemán para la Investigación del Cáncer (DKFZ), de Heidelberg, demuestran que las personas que llevan una dieta exclusivamente vegetariana tienen menor tendencia a desarrollar ciertos tipos de cánceres relacionados con la dieta, pero estas necesarias recomendaciones chocan con la censura de las industrias cárnicas y de productos lácteos que presionan a los gobiernos, en defensa de sus intereses para que todo siga igual.

La carne no es un alimento fisiológico para el ser humano, lo que representa un grave problema para el funcionamiento de nuestro sistema corporal. La necesidad de alimentarse de carne es una trampa de las industrias alimentarias, en especial de las industrias cárnicas, que no solo maltratan a los animales, si no que se ocupan de dejar en los supermercados preparados cárnicos de muy baja calidad, que son nocivos para nosotros.

Si consumes carne elige “carne ecológica” y “sin procesar”. Además, “Cuida” la forma en que la preparas.

Somos nosotros los que elegimos lo que comemos y cómo lo comemos.

La comodidad y la dejadez ponen en manos de otros nuestra salud.

Si tienes conocimiento de las cosas, puedes decidir lo mejor para ti.

Todo está en tus manos, porque tú eres el único dueño y señor de tu vida. 




Lucía Madrigal                



Ingredientes muy Nocivos en los Alimentos Procesados


Los Alimentos Procesados ocupan la gran parte de las estanterías centrales de los supermercados. En casi todos los hogares se consumen de manera habitual, ya que tenemos poco tiempo para cocinar y nos hemos acostumbrado a sus sabores. Son alimentos artificiales, que alteran claramente el terreno biológico y disminuyen la carga negativa de los glóbulos rojos. Además son altos en formas micóticas y micotoxinas y están repletos de ingredientes dañinos, de los cuales los peores son:


1. Edulcorantes Artificiales

Los Edulcorantes Artificiales aportan sabor dulce a nuestros alimentos. Los últimos experimentos han llevado a la conclusión de que el sabor dulce, independientemente del contenido calórico, aumenta el apetito y han demostrado que consumir edulcorantes artificiales causa un aumento de peso mayor, que el ocasionado por consumir azúcar. Aun así el consumo de azúcar es muy nocivo, perturba nuestro terreno biológico y favorece las micosis.

El Aspartamo es el peor de todos estos edulcorantes artificiales, ya que es una neurotoxina de sabor dulce, cuyos aminoácidos atacan las células corporales, e incluso cruzan la barrera hematoencefálica para atacar a las células cerebrales, generando excitotoxicidad.

Otros como el acesulfame de potasio, la sucralosa y la sacarina, también son muy nocivos para la saludLa sucralosa está relacionada con la enfermedad intestinal, ya que inactiva las enzimas digestivas y altera la función de la barrera intestinal. Además, puede destruir el 50% del microbioma.


2. Grasas Trans Sintéticas

Las Grasas Trans han sido relacionadas con múltiples problemas de salud, entre ellos el derrame cerebral isquémico en mujeres postmenopáusicas. Otros problemas relacionados con su consumo son: El cáncer, ya que interfieren con las enzimas corporales que son utilizadas para que este desaparezca; Diabetes, ya que interfieren con los receptores de insulina en las membranas celularesFunción inmunológica baja, ya que reducen la respuesta inmunológica; Problemas reproductivos, ya que interfieren con las enzimas necesarias para producir hormonas sexuales; y Enfermedades cardiacas.

Son comunes en los alimentos que contienen aceite vegetal parcialmente hidrogenado, algunos ejemplos son las galletas, patatas fritas, la mayoría de los productos horneados del supermercado, cualquier otro alimento frito y muchos más. Las grasas trans sintéticas son conocidas por promover la inflamación, que es el sello distintivo de la mayoría de las enfermedades agudas y/o crónicas.


3. Saborizantes Artificiales

No se conoce realmente a que se aplica el término de Saborizante Artificial. La etiqueta en la que lo encontramos podría indicar que contiene un aditivo artificial o que contiene una mezcla de cientos de aditivos. Por ejemplo, el saborizante artificial de fresa puede contener cerca de 50 ingredientes químicos.

También puede tratarse de diacetil, un saborizante muy dañino para la salud cerebral, relacionado incluso con el alzhéimer y que da sabor a mantequilla a las palomitas de microondas o de potenciadores del sabor transgénicos.


4. Glutamato Monosódico (MSG)

Este potenciador de sabor se encuentra en un sinnúmero de productos procesados que van desde comidas congeladas, aderezos para ensalada hasta chips y carnes. El MSG es una excitotoxina, lo que significa que excita en exceso las células cerebrales hasta el punto de matarlas, lo que causa daño y disfunción cerebral. Los problemas de aprendizaje, el alzhéimer, el Párkinson, la enfermedad de Lou Gehrig y otras están relacionadas con su consumo.


5. Colorantes Artificiales

Nueve de los colorantes alimentarios que actualmente están aprobados para uso alimentario están relacionados con problemas de salud que van desde cáncer e hiperactividad hasta reacciones alérgicas. Por ejemplo:

El colorante rojo #40, que es el colorante más utilizado, podría acelerar la aparición de tumores en el sistema inmunológico de ratones, mientras que también puede desencadenar la hiperactividad en los niños.

El azul #2 utilizado en dulces, bebidas, alimentos para mascotas y más, ha sido relacionado con tumores cerebrales.

El amarillo #5 utilizado en productos horneados, dulces, cereales y más, podría no sólo estar contaminado con muchas sustancias causantes de cáncer, sino que también está relacionado con la hiperactividad, hipersensibilidad y otros efectos en el comportamiento de los niños.

A partir de Julio del 2010, la mayoría de los alimentos en la U.E. que contenían colorantes artificiales fueron etiquetados con un mensaje advirtiendo que “podrían tener efectos adversos en la actividad y la atención de los niños”. El gobierno británico también pidió a los fabricantes de alimentos que eliminaran la mayoría de los colorantes artificiales en 2009 debido a problemas de salud.


6. Jarabe de Maíz de Alta Fructosa (JMAF)

La Fructosa se metaboliza principalmente en el hígado, porque el hígado es el único órgano que tiene la posibilidad de transportarla. Dado que esto ocurre si se lleva el tipo de alimentación estilo occidental, que contiene mucha fructosa, esta termina dañando el hígado de la misma forma que lo hacen el alcohol y otras toxinas. Al igual que el alcohol, la fructosa se metaboliza directamente en grasa, es decir,  se almacena en las células de grasa, lo que causa un malfuncionamiento mitocondrial, obesidad y enfermedades relacionadas con la obesidad.

Cuanto más fructosa o JMAF contenga un alimento y mayor sea el cómputo total de fructosa que se consume, peor será nuestra salud. La recomendación estándar, para el consumo total de fructosa es de menos de 25 gramos al día. En el caso de la mayoría de las personas, también, sería bueno limitar el consumo de fructosa de las frutas a 15 gramos o menos, ya que prácticamente se tiene garantizado el consumo de más fructosa de fuentes “ocultas”, si se toman otras bebidas, además de agua y se consumen alimentos procesados.


7. Conservantes

Los Conservantes alargan la vida útil de los alimentos, pero  la mayoría de ellos están relacionados con problemas de salud como cáncer, reacciones alérgicas y más. El hidroxianisol butilado (BHA) y el hidroxitolueno butilado (BHT) son conservantes que afectan al sistema neurológicoalteran el comportamiento y tienen el potencial de causar cáncer. El terbutilhidroquiniona (TBHQ) es un conservante químico tan mortal que consumir tan sólo cinco gramos puede matar.

Se ha descubierto que el conservante llamado benzoato de sodio, encontrado en muchos refrescos, jugos de frutas, aderezos para ensalada, hace a los niños más distraídos e hiperactivos. El nitrato de sodio, un conservante utilizado comúnmente en hot-dogs, embutidos y tocino, ha sido relacionado con tasas más altas de cáncer colorrectal, estomacal y pancreático…


Nada se precisa, pero sí sabemos que son aditivos innecesarios y peligrosos.

Consumir alimentos procesados no es una opción segura ni sana para el ser humano. Montones de estudios avalan esta conclusión y es algo en lo que todas las dietas, que pretenden ser saludables, están de acuerdo. Los ingredientes aquí expresados son los más conflictivos de todos los que podemos encontrar en las etiquetas.

Elige con conciencia y elige lo mejor para ti.




Lucía Madrigal                



Disruptores Endocrinos


Los Disruptores Endócrinos son toxinas exógenas, que una vez que entran en contacto con nuestro organismo, pueden alterar el funcionamiento de nuestro sistema endocrino, es decir, producir un desequilibrio hormonal y afectar así la fisiología normal del cuerpo.

Se han identificado más de 500 sustancias químicas sintéticas, sobre las que se conoce o se sospecha que tienen capacidad de alterar el equilibrio del sistema endocrino de los seres humanos y de otras muchas especies de seres vivos.

El equilibrio de los sistemas del cuerpo humano depende de la presencia de los mediadores químicos naturales que conocemos como hormonas, y los Disruptores Endocrinos pueden interferir en cualquiera de estos sistemas. Las consecuencias de esta alteración pueden ser graves y a menudo irreversibles, e incluyen efectos nocivos sobre el sistema inmunológico, la reproducción, el metabolismo, el desarrollo cognitivo de los niños y hasta aspectos del comportamiento psicosocial.


La mayoría de los Disruptores Endócrinos son productos de síntesis, que están incorporados a los productos para el hogar más comunes, los productos para el cuidado personal e incluso los alimentos y el agua.

Hay muchas sustancias tóxicas de este tipo, presentes en nuestra vida cotidiana. El número de ellas va creciendo año tras año. La Unión Europea, por ejemplo, en una base de datos del año 2007, incluyó como posibles alteradores endocrinos a 553 sustancias químicas. Dentro de ellas hay 197 que se ha demostrado que producen alteraciones hormonales en animales. Y entre ellas, 17 están autorizadas para ser usadas en cosméticos.

Muchos problemas de salud están relacionados con la acumulación de estas toxinas dentro de nuestros cuerpos, entre otros:

Cáncer de mama,  pubertad precoz,  criptorquidia o no descenso testicular, cáncer de testículos, endometriosis, cáncer vaginal, hipospadias, cáncer de próstata, muerte embrionaria, reducción del número de espermatozoides, malformaciones en el feto, deformaciones, disminución de la calidad de los espermatozoides, problemas en el desarrollo del sistema nervioso central, problemas en el desarrollo, disminución del nivel de testosterona, bajo peso en neonatos, modificaciones en las concentraciones de hormonas tiroideas, hiperactividad, problemas de aprendizaje, disminución del coeficiente intelectual y de la comprensión lectora…


Los Disruptores Endocrinos más nocivos son:


EL BISFENOL-A (BPA):

El BPA es un producto químico utilizado para fabricar todo tipo de plásticos policarbonatos, o resinas epoxi, que encontramos en latas de alimentos o bebidas, recibos de compras o extractos bancarios, CDs e, incluso, biberones o empastes de dientes.  Se integran también en muchas pinturas y recubrimientos de superficies, pegamentos muy usados en construcción y decoración…Puede encontrarse también, como aditivo en otros plásticos diferentes al policarbonato.

Estudios sobre animales han asociado  el bisfenol A con menor producción de esperma, anomalías genitales masculinas, mayor agresividad o peor cuidado de las crías, alteraciones en el tejido mamario que pueden propiciar el desarrollo de tumores...


DIOXINAS:

Las dioxinas son contaminantes ambientales que pertenecen a la llamada «docena sucia»: un grupo de productos químicos peligrosos que forman parte de los llamados contaminantes orgánicos persistentes (COP). Las dioxinas se encuentran en el medio ambiente de todo el mundo y se acumulan en la cadena alimentaria, principalmente en el tejido adiposo de los animales.

Más del 90% de la exposición humana se produce por medio de los alimentos, en particular los productos cárnicos y lácteos, pescados y mariscos. Las dioxinas tienen elevada toxicidad y pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo, afectar el sistema inmunitario, interferir con hormonas y causar cáncer.


PERCLORATO:

Los percloratos son sales del ácido perclórico. Pueden generarse por procesos naturales o como producto de la actividad humana. En este último caso, suelen utilizarse principalmente en explosivos y pirotecnia, pero también están presentes en herbicidas, fertilizantes quí­micos, blanqueantes y otros agentes de limpieza.

Muchas personas pueden ser expuestas al perclorato a través de la dieta diaria, ya que está presente en muchos productos agrí­colas. El principal órgano afectado por estas sales es la  tiroides. Actúa sobre ésta inhibiendo la incorporación de yodo.


ATRAZINA:

La atrazina es un herbicida de producción sintética, de color blanco sin olor, no muy volátil, reactivo o inflamable. Es soluble en agua y es usada para eliminar hierbas, principalmente en fincas, pero también se ha usado a lo largo de carreteras y líneas ferroviarias. En animales expuestos a la atrazina se han observado daños en el hígado, el riñón y el corazón; también se ha demostrado en animales, que la atrazina produce alteraciones en los niveles de hormonas que afectan  a la ovulación y la capacidad para reproducirse.

La atrazina puede afectar a las mujeres embarazadas retardando el crecimiento normal de sus bebés. En animales expuestos a altos niveles de atrazina se han observado defectos de nacimiento y daños en el hígado, el riñón y el corazón. Aunque hay datos limitados sobre sus efectos en seres humanos y animales, puede haber relación entre exposición a la atrazina y varios tipos de cánceres.


PESTICIDAS ORGANOFOSFORADOS:

Son pesticidas que se aplican a los cultivos, en las plantas ornamentales y el césped de edificios. Se utilizan en cultivos como el maíz, el algodón, la cánola, la alfalfa, las verduras, las frutas y las nueces. La industria del control de plagas emplea los pesticidas OP en residencias y edificios comerciales. Asimismo, algunos productos para controlar las plagas en los gatos y los perros también contienen compuestos organofosforados.

Las personas se exponen a los pesticidas OP a través de las verduras frescas y procesadas que consumen, las superficies contaminadas que tocan, el aire contaminado que respiran cerca de donde se aplican los pesticidas (adentro y afuera de los edificios) y el agua contaminada que beben. La mayoría de la gente está expuesta en forma rutinaria a varios de estos pesticidas, debido a los múltiples usos y la ubicuidad de estas sustancias químicas.

Los síntomas de exposición a los pesticidas OP incluyen náuseas, dolor de cabeza, temblores, salivación y lagrimeo excesivo, incapacidad para respirar debido a una parálisis del diafragma, convulsiones y muerte en casos de una dosis mayor.  Además, algunos pesticidas OP causan daños reproductivos y al desarrollo, otros son carcinógenos y de algunos se sospecha o se ha confirmado que interfieren con el sistema endocrino.


ARSÉNICO:

El arsénico es un elemento natural de la corteza terrestre; ampliamente distribuido en todo el medio ambiente, está presente en el aire, el agua y la tierra. En su forma inorgánica es muy tóxico. Su mayor amenaza para la salud pública reside en la utilización de agua contaminada para beber, preparar alimentos y regar cultivos alimentarios.

La exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer y lesiones cutáneas. También se ha asociado a problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes.

La intervención más importante en las comunidades afectadas consiste en prevenir que se prolongue la exposición al arsénico implantando un sistema seguro de abastecimiento de agua potable.


RETARDANTES DEL FUEGO:

Son sustancias químicas tóxicas, que se usan como inhibidores de las llamas. Sin embargo, según Dale Ray, en el Chicago Tribune, no aportan ningún benefico adicional en caso de incendio, ya que no protegen realmente ni muebles ni aparatos electrónicos, y sin embargo, pueden ser peligrosos, ya que al quemarse desprenden mucho monóxido de carbono, gases tóxicos y hollín, lo que es causa de las peores afecciones y muertes por incencio. Además, cuando se queman producen gran cantidad de dioxinas y furanos bromados, clorados y bromoclorados, que son sumamente tóxicos.

Muchos tipos distintos de productos de consumo contienen sustancias químicas tóxicas comercializadas como retardantes de llama,  el firemaster 550 tiene efectos tóxicos y se usa en los muebles. El tris clorado es tóxico y está presente en los productos para niños. El DecaBDE se usa habitualmente en la fabricación de productos electrónicos, y se libera en el polvo…

Las sustancias químicas tóxicas comercializadas como retardantes de llama migran desde los productos a los hogares y al medio ambiente muchas de estas sustancias son persistentes y bioacumulativas. Son altamente tóxicas y peligrosas para la salud.


SUSTANCIAS QUÍMICAS PERFLUORADAS:

Son sustancias químicas contaminantes, entre los que están el PFOS y PFOA. Los compuestos perfluorados han sido usados en muchos productos de consumo desde espumas anti-incendios a papeles para envolver o sartenes anti-adherentes, pasando por pesticidas, ropas, tapicerías, alfombras o productos de aseo. Se usan también  como tensioactivos y emulsionantes en procesos industriales.

Hay sustancias de este tipo muy persistentes en el medioambiente y que han sido detectadas en la fauna silvestre y los seres humanos de todo el mundo. Diversas investigaciones con animales de laboratorio han mostrado asociaciones de este tipo de compuestos con daños en el hígado, el sistema inmune, el desarrollo y los órganos sexuales, entre otras cosas.


PLOMO:

El plomo es un veneno muy potente. Cuando una persona ingiere un objeto de plomo o inhala polvo de plomo, parte del veneno puede permanecer en el cuerpo y causar serios problemas de salud.
El plomo se encuentra en pinturas para el hogar, en juguetes pintados, perdigones de plomo, plomadas de pesca, pesos de cortina, artículos de fontanería, tuberías, grifos... El plomo se puede encontrar en el agua potable de casas cuyos tubos hayan sido conectados con soldadura  de plomo.

Aunque los nuevos códigos de la construcción exigen soldadura libre de plomo, este elemento aún se encuentra en algunos grifos modernos y en el suelo contaminado por décadas de emisiones de los coches o años de raspaduras de pinturas de las casas. Por esto, el plomo es más común en los suelos cerca de las autopistas y los edificios, también se encuentra en pasatiempos que implican soldadura, vidrios de colores, fabricación de joyas, barnizado de cerámica, figuras de plomo en miniatura (siempre mire las etiquetas), elementos de pintura y suministros de arte para los niños, jarras y vajillas de peltre, baterías de almacenamiento, utensilios de cocina…

El plomo puede ocasionar problemas de comportamiento o atención, bajo rendimiento escolar, problemas auditivos, daño renal, reducción del cociente intelectual, lentitud en el crecimiento corporal, dolor y cólicos abdominales (generalmente el primer signo de una dosis tóxica alta de intoxicación con plomo), comportamiento agresivo, anemia, estreñimiento, dificultad para dormir, dolores de cabeza…


MERCURIO:

El mercurio es un metal pesado, que no es apenas tóxico por exposición directa a sus productos mineros, como es el cinabrio o el mercurio líquido, y que incluso bajo esta forma se tomaba como laxante, tiempo atrás.

Sin embargo, sus vapores o sus compuestos orgánicos resultan muy tóxicos, en particular los complejos metilados, como metilmercurio (CH3Hg) y dimetilmercurio (CH3HgCH3).

Estas formas pueden pasar al hombre bien por inhalación de los vapores o a través de los alimentos y aunque se excreta a través del pelo o de las uñas, lo hace tan lentamente que puede terminar acumulándose en el organismo.

Se encuentra en los alimentos, especialmente en los pescados de gran tamaño, como el atún, fresco o enlatado y en el agua.

Afecta principalmente al sistema nervioso, aunque también altera el sistema inmunológico, los sistemas genéticos y enzimáticos e induce un desarrollo anormal de los embriones.


FTALATOS:

Los ftalatos son uno de los grupos de sustancias que contaminan más frecuentemente los hogares, ya que están presentes en montones de cosas de uso común. Cada año, solo en Europa, se utilizan cientos de miles de toneladas en los más diversos productos, muchos de los cuales son ampliamente usados en los hogares. Pueden, por ejemplo, integrar una parte notable del peso de plásticos como el PVC, como reblandecedores o plastificantes del mismo (puede ser un 30%). Pero pueden estar en muchas cosas más, como pegamentos y adhesivos, aparatos electrónicos, materiales de construcción, productos de limpieza,  productos de aseo personal (geles, champús, jabones, lociones, cosméticos...), perfumes, envases (tales como botellas de agua), pinturas, barnices, juguetes, arcilla para modelar, ceras, tintas de impresión, ropas y tejidos, ambientadores, pesticidas…

Entre los efectos asociados a los ftalatos se encuentran: asma y alergia infantil, limitación de la función pulmonar en hombres adultos, daños en el esperma,  anomalías en el desarrollo genital masculino (como la criptorquidia), alteración de los niveles de testosterona, ginecomastia en adolescentes varones, acortamiento de la distancia anogenital en varones recién nacidos (síntoma de feminización), alteraciones del comportamiento (como feminización de la conducta infantil), telarquia precoz (desarrollo prematuro de las mamas en las niñas), endometriosis, cáncer de mama, alteración de la formación de los folículos ováricos, partos prematuros, bajo peso al nacer (que puede traer aparejado mayor mortalidad infantil y mayor riesgo de problemas cardiovasculares y metabólicos en el estado adulto ), trastorno de déficit de atención e hiperactividad, problemas de desarrollo cognitivo y motor en los niños, obesidad, resistencia a la insulina (ligada a la diabetes)...


ÉTERES DE GLICOL:

Los éteres de glicol son una familia de más de 80 derivados. Ellos hacen excelentes disolventes. 30 de ellos se utilizan en la industria, especialmente para la fabricación de pinturas.

Los éteres de glicol están presentes, en particular, en todos los productos etiquetados como "al agua". También se encuentran como componentes principales en otros muchos productos: adhesivos, tintas, pinturas, barnices, disolventes, cosméticos, incluido el tinte para el pelo, productos de limpieza como lavar ventanas, productos para trabajar el metal (los fluidos de corte mecánico, desengrasado...).

Si se ingiere, se produce toxicidad aguda, que puede llevar a trastornos neurológicos, hematológicos, metabólicos y renales graves. Puede tener efectos sobre la reproducción. Existen investigaciones que demuestran que la exposición a estos productos produce concentración de esperma reducida y dificultades para concebir. En las células de la sangre se revelan citopenias que afectan, en particular, a los neutrófilos. Este fenómeno, normalmente reversible, desaparece con el cese de la exposición. Algunos éteres de glicol son capaces de entrar en el núcleo de las células y alterar la estructura y funcionamiento del genoma, lo  que puede tener graves consecuencias sobre el crecimiento y desarrollo celular.


Según la OMS: “Los diversos sistemas afectados por los Disruptores Endocrinos probablemente incluyan a todos los sistemas hormonales que van desde los que controlan el desarrollo y la función de los órganos reproductivos hasta los tejidos y órganos que regulan el metabolismo y la saciedad. Los efectos en estos sistemas corporales van desde la obesidad, infertilidad, reducción de la fertilidad, problemas de memoria y aprendizaje, hasta diabetes o enfermedades cardiovasculares, y un  largo etcétera”.

El mundo de la industria y de los productos de síntesis ha invadido nuestra vida y es muy difícil no estar en contacto con Disruptores Endocrinos, pero son productos muy peligrosos para la salud.

Si sabemos dónde se encuentran podemos evitar el uso y consumo de todos los productos que los contienen.

Nosotros demandamos y las industrias nos proporcionan lo que pedimos. Si cambiamos nuestra demanda y a través de nuestras elecciones, pedimos respeto a la salud y al planeta en que habitamos, eso será lo que obtengamos.




Lucía Madrigal