Reutilizar las Botellas de Plástico


Un estudio realizado en el 2007 titulado “Bottled Water Myths: Separating Fact from Fiction”, (Mitos del Agua Embotellada: Separando la Realidad de la Ficción), publicado en la revista Practical Gastroenterology, nos dice  que “reutilizar las botellas de agua de plástico no es una elección saludable, desde el punto de vista de la higiene… y la salud”


Las botellas de agua comerciales tienden a ser reutilizadas, lo que puede causar crecimiento bacteriano en las grietas dentro de la botella. Este riesgo se agrava si no se lava la botella adecuadamente entre uso y uso, utilizando jabón y agua tibia. Pero incluso con el lavado, estas grietas microscópicas podrían seguir albergando bacterias.

En un estudio realizado en el 2006… investigadores de la Universidad de Calgary tomaron 76 muestras de agua embotellada de estudiantes de primaria, algunas de las botellas habían sido reutilizadas durante meses y nunca habían sido lavadas. Encontraron que casi dos tercios de las muestras contenían niveles de bacterias que excedían las recomendaciones del agua potable, lo que podría haber sido el resultado del “efecto del nuevo crecimiento bacteriano en las botellas que fueron mantenidas a temperatura ambiente durante un largo periodo de tiempo”, escribieron los investigadores del estudio…

Según ellos “La fuente más probable de bacterias entéricas, encontrada en las botellas de agua de los estudiantes, fueron las manos de los mismos estudiantes… Lavarse las manos de forma inapropiada, después de haber utilizado el baño, podría haber sido la causa de los coliformes fecales en las aulas”.


Una investigación previa de la KLTV también llegó a la conclusión de que reutilizar las botellas de plástico durante una semana, daba lugar al crecimiento de baterías causantes de enfermedades. El Dr. Richard Wallace le dijo a KLTV:

“Se desarrollan alrededor del cuello interior, que es la parte que introduce en su boca. En realidad hay baterías en todos lados. Todas esas bacterias podrían enfermarnos tanto, como una intoxicación alimentaria, que puede causar náuseas, vómito, diarrea… Se tiene que recordar que este tipo de botellas no están esterilizadas y tampoco el agua que contienen. Así que una vez que se abren y vacían se convierten en botellas contaminadas”.

Otros estudios cuestionan la seguridad de la sustancia química Bisfenol-A (BPA) contenida en el plástico. Sabemos que el BPA y los Ftalatos pueden representar riesgos graves para la salud, especialmente para las mujeres embarazadas y niños.

En 1930, el BPA fue identificado como un compuesto que imita el comportamiento de los estrógenos en el cuerpo humano. En aquella época, era utilizado como un estrógeno artificial para engordar a las aves de corral y al ganado, posteriormente fue utilizado como una forma de terapia de reemplazo de estrógeno para las mujeres.


Los Ftalatos son otro grupo de sustancias químicas encontradas en las botellas de plástico,  también  conocidas por representar riesgos similares para la salud. Los Ftalatos en realidad son uno de los Disruptores Endocrinos más comunes que se han descubierto hasta ahora y están relacionados con un sinnúmero de trastornos de desarrollo.

Fue en 1940, cuando Bayer y General Electric comenzaron a utilizar BPA para endurecer los plásticos de policarbonato y hacer resina epoxi, ya que los Ftalatos hacen el plástico más suave. Actualmente sabemos que el BPA y los Ftalatos se filtran desde el contenedor de plástico, cualquiera que éste sea,  contaminando cualquier alimento o bebida que contenga.

Desde esta perspectiva, es recomendable evitar todo tipo de agua embotellada.

En el 2010, Canadá declaró el BPA como una Sustancia Tóxica y el BPA ha sido prohibido en los biberones tanto en Europa como en los Estados Unidos. Sin embargo, aún se permite su uso en botellas y otros contenedores para alimentos hechos de plástico. Un estudio realizado en el 2011 también descubrió, que la mayoría de los productos de plástico contienen Disruptores Endocrinos, incluso aunque estén etiquetados como “sin BPA”.


El setenta por ciento de los productos de plástico comunes en realidad dieron positivo para la actividad Estrogénica y ese número se eleva al 95 %, cuando los productos son sometidos a condiciones reales, como el lavavajillas  o el microondas.

El calor y la luz solar también pueden acelerar la descomposición del plástico, así que no es aconsejable tomar el agua de botellas que ya llevan algún tiempo en el coche, o que han estado almacenadas en ambientes donde hace calor. Para evitar las toxinas químicas en el agua, la mejor elección es el vidrio. Las botellas de cristal se lavan mejor, son más limpias y carecen de los tóxicos de los plásticos.

Aún así,  el Dr. Kellogg Schwab, director de Johns Hopkins University Water Institute en un artículo reciente en la revista Time,”factores como la temperatura ambiental y exposición a la luz solar y/o los labios pueden introducir microorganismos en el agua de los vasos o las botellas. Si estos se dejan fuera durante largos periodos de tiempo,  los microorganismos pueden comenzar a reproducirse bajo las condiciones adecuadas”.

Por nuestra salud, es aconsejable cuidar los envases que usamos y ser precavidos con la reutilización y la higiene de los mismos.



FUENTES:

El agua. Dr. Joseph Mercola.



Lucía Madrigal