La diabetes es el
síntoma y el resultado de nuestros malos hábitos nutricionales, culturales y
personales. Es una
pandemia que afecta a la sorprendente cifra de más de 366 millones de personas en todo el mundo, con 100 millones únicamente en la India. Las estadísticas nos dicen que
es, sin duda, uno de los problemas
de salud más graves de nuestra época. Los datos más recientes revelan
que, entre el año 2001 y el 2009, la
incidencia de diabetes tipo 1 entre
los chicos menores de 19 años
aumentó en un 21 %, y la incidencia
de diabetes tipo 2 entre los niños
de 10-19 años aumentó en un 30 %, durante ese mismo periodo de
tiempo.
La diabetes es conocida desde hace miles de años: Hipócrates habló de ella. El
término en sánscrito “Madhumeda” se aplicaba a la diabetes en la India. La traducción del mismo, “orina melosa” nos indica también como
precisaban los médicos ayurvédicos
la condición de diabético. Si
la orina atraía a las hormigas, era
dulce y por tanto la enfermedad estaba presente, este dato se menciona en textos antiguos desde hace milenios.
También en los antiguos murales egipcios
se ven imágenes de personas con cierta distrofia
muscular y orinando copiosamente. Exactamamente, en un papiro escrito por
un médico egipcio de la tercera
dinastía, se habla de la poliuria como
un síntoma de diabetes. Durante
el siglo I de nuestra era, Arateo la describió como “el derretimiento de la carne y los
miembros hasta convertirse en orina” y Galeno de Pérgamo, médico griego,
pensaba que era una forma de insuficiencia renal. Es el exceso de orina,
por tanto, un síntoma de diabetes.
Pero entonces había pocos casos. Hoy en día, la alimentación
compuesta por azúcar blanca
refinada, grasas animales saturadas y comida basura provocan un
trastorno físico que altera el metabolismo
de los lípidos, los carbohidratos y las proteínas. Esto trae consigo un
deterioro físico, gradual y progresivo, al que, al no cambiar de hábitos, no se
pone remedio, entre otras cosas, porque la diabetes, como tal, no se diagnostica hasta que empiezan a surgir
sus complicaciones: Retinopatía,
que produce ceguera, neuropatía o degeneración del sistema nervioso, nefropatía o
enfermedad de los riñones, enfermedad coronaria aterosclerótica y enfermedad vascular aterosclerótica.
La diabetes es en esencia un proceso
de envejecimiento acelerado. La hiperglucemia y los picos
hiperglucémicos, así como la hiperinsulinemia relacionada
son claves para diagnosticarla. Un índice
glucémico normal es igual a 100. Sin
embargo, las investigaciones más recientes indican que si se tienen un índice de glucemia entre 86 y 99,
se está entrando en las primeras etapas del metabolismo anormal y de este proceso de envejecimiento acelerado.
La hiperinsulinemia se relaciona con una serie de enfermedades degenerativas crónicas. No
sólo es uno de los factores de riesgo más importantes de la cardiopatía
coronaria, sino que también, se vincula con el aumento de radicales libres en plasma, relacionado
al estrés oxidativo, que
contribuye, también, a las cardiopatías,
además de reducir la función
cerebral. El daño cerebral
resultante de altas concentraciones de insulina
y azúcar en sangre puede producir hipertensión
y cáncer.
La diabetes tiene un componente genético claro,
especialmente la de tipo 2. El
componente genético de la de tipo 1 es
menor y ambas pueden asociarse con la diabetes
gestacional. La de tipo 2 también
se relaciona con falta de vitaminas
y minerales claves,
especialmente magnesio, cromo,
vanadio, manganeso y potasio. También se vincula con la falta de ejercicio y
obesidad.
Pero ¿Qué es
exactamente la diabetes, la pre-diabetes y el síndrome metabólico?
PRE-DIABETES
Es el término utilizado para describir un estado previo
a la progresión de la resistencia a
la insulina. Se diagnostica convencionalmente por tener niveles de azúcar en sangre en ayunas entre
100 y 125 mg/dl.
La
prediabetes es muy fácil de revertir. Si cambiamos
los alimentos procesados por alimentos enteros y ecológicos, bajamos o
suprimimos el azúcar y los carbohidratos y hacemos ejercicio diariamente, el
problema desaparece.
SÍNDROME METABÓLICO
El término síndrome
metabólico o sídrome X fue acuñado por el Dr. Gerald Reaven de la Universidad
de Stanford, para describir un grupo de síntomas derivados de un trastorno metabólico general.
Estos síntomas podrían incluir, diabetes
tipo 2, obesidad con incapacidad para perder peso, colesterol alto, presión
elevada, quistes ováricos, triglicéridos altos, colesterol HDL bajo y cardiopatía
coronaria.
La obesidad
abdominal suele ser la primera señal externa de síndrome metabólico y está relacionada con la resistencia a la insulina. A medida que
la resistencia a la insulina avanza,
el hígado produce un exceso de azúcar y grasa y los músculos esqueléticos son menos capaces
de quemar y elaborar glucógeno, que
es cómo se almacena la glucosa en
los músculos y el hígado. A su vez,
hay un aumento de azúcar y grasas en la
sangre, que causan altos niveles de
triglicéridos y aumento de grasa corporal, especialmente grasa abdominal y aumento de la presión
arterial.
Éste es un trastorno
creado por una vida antinatural, repleta de hábitos insanos, que tienen que ver
con la mala alimentación, la inactividad física y el sobrepeso.
DIABETES TIPO 1,
INSULINODEPENDIENTE
Se conoce también como diabetes mellitus insulinodependiente. Tradicionalmente, la diabetes tipo 1 se desarrollaba antes
de los 20 años y solía ser
relativamente poco frecuente, pero su incidencia está aumentando rápidamente.
La diabetes tipo 1 es tradicionalmente una enfermedad autoinmune, en la cual las células del páncreas, productoras de insulina, son destruidas por algún tipo
de proceso inflamatorio, que causa
incapacidad para producir insulina.
Diversas investigaciones demuestran que entre el 75 y el 90% de las personas con diabetes 1, han incrementado su recuento de anticuerpos contra sus propias células
B. si el problema no se trata, puede ocasionar la muerte en días o semanas,
debido a coma hiperglucémico.
Los anticuerpos de
células B parecen relacionarse con la ingesta de leche de vaca. Dos proteínas específicas de la leche
provocan la reacción cruzada con estas células
B. El consumo de leche durante
los primeros meses de vida se ha relacionado con índices superiores de diabetes tipo 1, en comparación con bebés que son alimentados con leche materna. También se ha
relacionado la diabetes tipo1 con
diversas infecciones virales como
sarampión, paperas, mononucleosis infecciosa
virus coxsackie y citomegalovirus. Estos virus provocan una reacción
inmunitaria de inflamación que destruye las células B del páncreas
en bebés y en adultos. Las investigaciones también sugieren que la exposición a
la rubeola en el útero materno podría aumentar en un 40% las posibilidades de desarrollar
este tipo de diabetes.
Otras Posibles Causas
de esta Disfunción son:
Deficiencia de vitamina
D. La
investigación sugiere que evitar los rayos
del sol puede jugar un papel importante en el desarrollo de la diabetes dependiente de insulina. Cuanto
más alejado se está del ecuador, mayor es el riesgo de nacer con o desarrollar diabetes tipo 1. Una clave importante
para la prevención de la diabetes
tipo 1 en los niños es garantizar que las mujeres embarazadas tengan almacenada vitamina D. Una vez que el niño
nazca, es importante asegurarse de que reciba suficiente exposición solar, ya que esto, podría
eliminar el riesgo de diabetes tipo
1.
Flora intestinal
anormal. Un
enfoque excesivo en un ambiente
libre de gérmenes es otro posible factor colaborador que deteriora la función inmune. En el 2008, la investigación con animales
sugirió que las bacterias beneficiosas
(probióticos) podrían proteger contra el desarrollo de diabetes tipo 1. Hay una buena cantidad
de evidencias de que un posible contribuyente a las crecientes tasas de diabetes tipo 1 es la excesiva
cautela ante gérmenes y bacterias.
Buscamos para los niños ambientes demasiado estériles. Muchos padres usan jabones antibacterianos y mantienen a
sus hijos alejados del polvo natural,
gérmenes, virus y otras suciedades naturales en la infancia.
Los antibióticos, que matan a todas las bacterias buenas y malas en el intestino,
también son usados en exceso durante la infancia. Es suficiente con usar
jabón normal y agua para lavarse las manos. Evitar los antibióticos a menos que sean absolutamente necesarios, y dar
a los niños alimentos fermentados de
forma natural.
El tipo 1 de
diabetes es de
difícil curación, sin embargo, sus síntomas mejoran mucho con una alimentación basada en productos vivos,
de origen vegetal. Se ha demostrado,
en experimentos sobre casos concretos, que con los cambios de hábitos adecuados
y cambios en la dieta, se puede disminuir considerablemente la insulina administrada como fármaco.
Además, existen casos de recuperación total con la suplementación de enzimas proteolíticas (experimentos del Dr. William Wong).
DIABETES TIPO 2
En las primeras etapas
de diabetes tipo 2, el páncreas produce insulina, pero es incapaz de reconocerla y
utilizarla correctamente, pues las células
son resistentes a la señalización de la insulina
y la leptina. Este estado se reconoce como una etapa avanzada de
la resistencia a la insulina y
normalmente es causada por una alimentación
demasiado alta en azúcares y carbohidratos.
Cuando se tiene una señalización
inadecuada de insulina, el azúcar no puede entrar en las células
y en su lugar se acumula en la sangre.
Si bien cualquier persona puede contraer diabetes tipo 2, habrá alto riesgo de contraerla si se tiene sobrepeso, se es sedentario, se
es una mujer que tuvo diabetes gestacional o se tienen familiares
con diabetes tipo 2 o síndrome metabólico. Sin embargo, en todos
los casos la causa subyacente es la misma,
la resistencia a la insulina y la leptina.
Dado que las células
no escuchan el mensaje de la señal de
insulina y, por ello, no absorben el azúcar,
las concentraciones de glucosa se
mantienen altas, haciendo que las células
B-pancreáticas bombeen más insulina para
hacerse eco en las paredes celulares.
En las primeras etapas de este proceso, la glucosa
logra penetrar en la célula, a pesar
de la resistencia a la insulina.
Esto se conoce como resistencia a
la insulina compensada y se
produce cuando el páncreas ha
segregado más insulina y las
concentraciones de glucosa se
estabilizan por una temporada. Conforme esto se prolonga, las células B del páncreas se destruyen o
se inflaman y se agotan por producir concentraciones
de insulina hasta cuatro veces por
encima de lo normal. Al final de este proceso, la persona experimenta un caso
avanzado de diabetes con
destrucción, inflamación y finalmente agotamiento de las células B-Pancreáticas. Se ha convertido en insulinodependiente.
Las causas de la Diabetes
tipo 2 están
relacionadas con la pérdida de la sensibilidad a la insulina y la leptina. Esto significa que se puede prevenir y
revertir casi al 100 %, sin
medicamentos. Una de las fuerzas impulsadoras detrás de la diabetes tipo 2 es un consumo excesivo de fructosa procesada, que
tiene efectos adversos en todas las hormonas
metabólicas, incluyendo dos factores claves: la insulina y la leptina.
No hay duda de que el consumo regular de más de 25 gramos de fructosa por día aumenta
drasticamente el riesgo de resistencia
a la insulina/leptina, síndrome metabólico y enfermedades crónicas, como
la obesidad, diabetes tipo 2, cáncer, enfermedades del corazón, artritis, y
Alzheimer.
Es importante entender que a pesar de que la fructosa tiene relativamente un "bajo índice glicémico" reduce
la afinidad de los receptores de
insulina, lo que podría causar resistencia crónica a la insulina y niveles elevados de azúcar en la
sangre. Así que, mientras, probablemente, no se vea un aumento de azúcar en la sangre inmediatamente después de consumir fructosa, esto no significa que los cambios
metabólicos no se estén produciendo.
Otra de las principales causas de la diabetes tipo 2 es el consumo
de glucosa derivada de una alimentación alta en carbohidratos. La
medicina convencional describe la diabetes
como una enfermedad que se caracteriza por niveles
elevados de azúcar en la sangre. Este
"descontrol del azúcar en la sangre" se explica generalmente como
"la incapacidad del cuerpo para
producir suficiente insulina". Para controlar la diabetes con este punto de vista, sería racional recetar insulina o medicamentos que eleven la insulina, para contrarrestar los niveles elevados de azúcar en la sangre,
pero la diabetes tipo 2 no
es el resultado de una producción
insuficiente de insulina. En realidad es el resultado de un exceso de insulina que se produce
de forma crónica, principalmente por el
alto consumo de carbohidratos.
Esto abruma y
"ensordece" a los receptores de insulina, de ahí el término
"resistencia a la insulina". Son los niveles de
insulina crónicamente elevados los que crean esa "resistencia". Esto también ocurre con la leptina. Es necesario, por tanto, restaurar
la sensibilidad de los receptores de
insulina y leptina, manteniendo bajos los niveles de ambas. El hecho
de que la insulina disminuya el azúcar en la sangre es simplemente un "efecto
secundario" de este proceso de almacenamiento
de energía.
Mientras que la mayoría de los consejos convencionales se
centran en la insulina, la leptina es otra hormona que juega un papel integral en
el desarrollo de la diabetes tipo 2. La
leptina tiene la función de regular el apetito y el peso corporal. La leptina le dice al cerebro cuándo comer, cuánto comer, y
lo más importante, cuándo dejar de comer. La
leptina también le dice a nuestro cerebro
que hacer con la energía disponible.
Insulina y leptina trabajan conjuntamente, porque
cuando se desarrolla resistencia a la
leptina, el cerebro ya no puede oír las señales de la leptina, lo que causa hambre crónica, se come en exceso, surge
la incapacidad para quemar adecuadamente la grasa y, por lo general, aparece la obesidad, la resistencia a la insulina, y finalmente, la diabetes
tipo 2. Al igual que con la insulina, la
única forma conocida para restablecer la señalización de la leptina es mediante una buena alimentación. El alto consumo de carbohidratos, sobre todo fructosa, es
el principal culpable y la causa arraigada de la resistencia a la leptina. La
falta de ejercicio y la flora intestinal anormal también contribuyen y/o
exacerban la resistencia a la leptina e insulina.
La diabetes refleja el desequilibrio de la
cultura en la que vivimos. Su impacto económico es considerable, especialmente
en los países más pobres. Además es un problema que afecta a todos los miembros
de la sociedad ya que es un proceso de envejecimiento acelerado que tiene
un impacto negativo en la salud de la persona y en su actividad laboral. Una alimentación basada en alimentos vivos,
verduras de hoja, verduras con alto contenido en fibra, algas y germinados y la
elección de hábitos de vida saludables pueden ayudar a revertir el problema
completamente.
Esto queda demostrado en los datos del programa llevado a
cabo por el Dr. Cousens con
personas diabéticas. En su libro “Hay una Cura para la Diabetes” de la Editorial Sirio puedes encontrar
más información al respecto. De igual manera en la sección de DOCUMENTALES de este blog hay acceso directo a un you tube en el que el propio Dr. Cousens nos explica dicho
programa y los resultados de la experimentación sobre casos expecíficos.
Igualmente puedes encontrar diversos ARTÍCULOS, relacionados con el consumo
de azúcar, fructosa y carbohidratos y
una explicación detallada, sobre la resistencia a la insulina.
Hola, efectivamente, todo viene de la mala alimentación, yo llegué desgraciadamente a tener 303 de glucosa, en seis meses mis valores llegaron a la normalidad, cambiando mi dieta, haciendo media hora de ejercicio, tomando el rejuvelac, el mms, la calabaza, la stevia, moringa, en batidos con manzana, perejil. Mi vista mejoró increíblemente, dejé los lentes, me rejuvenecí como quince años, -eso me lo han dicho mis familiares- que por cierto, pocos sabían de mi estado como diabética, pero están asombrados de mi cambio, me he olvidado de las infecciones urinarias, del cansancio, mi pelo, por primera vez en mi vida brilla y me han crecido las uñas. Me olvidaba, también tomo mucho cloruro de magnesio y vinagre de manzana ORGANICO, me siento de maravilla y feliz, creo que es verdad que si le das a tu cuerpo lo que le nutre y necesita, realmente él se restablece todo, he dejado totalmente los refrescos, dulces, pizzas, carnes procesadas, como poca fruta y mucha verdura, desgraciadamente mi dentadura no es muy buena, por lo que me hago batidos de verduras, alga espirulina, y ahora ni se me antojan las comidas dulces, los helados, siendo que antes sería capáz de matar por ellos. Mi sistema nervioso está tranquilo, me siento en paz, me gusta lo que veo en el espejo, y realmente no ha sido un sacrificio para mi, de verdad, me gusta en lo que me he convertido, bien dicen que eres lo que comes... yo de los veinte a los cuarenta me veía como una basura, pues eso es lo que comía, ahora me siento tan feliz, tranquila, tengo amor, buenos pensamientos, soy positiva, antes por más que me arreglaba, me veía horrorosa, ahora, simplemente con estar limpia y sin maquillaje, me llueven los piropos, siento que es porque estoy más cerca de la naturaleza, de Dios y su plan Divino, quién fregados nos dijo que la felicidad estaba en destapar un refresco?, en comer como marranos?, en alterar tu equilibrio con tantos edulcorantes, saborizantes artificiales, etc. ahhhh y no olviden tomar sal marina, caminatas a la luz del sol, sonreír, amar, creer...creer en la maravillosa creación de tu cuerpo...el doctor no sale de su asombro, sin medicamento, sin una sola pastilla, estoy en total equilibrio de mi glucosa, quién dice que la Diabetes 2 no se cura?, yo he sabido muchos casos en internet, y por eso comencé mi búsqueda y lo logré, por eso publico mi caso, no dejen su salud en manos de los doctores, no seamos "pacientes" sino activos, busquemos salud, armonía y aliméntate con cosas sanas, lo más que se pueda, verás como tu salud se restablece y te creas un método de vida, de verdad no es tan difícil y es muy gratificante. Dios nos bendiga a todos, y como creación divina, tenemos el poder de sanar y sanarnos...
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