Un factor clave para una Vida Saludable y duradera es conseguir que la insulina se mantenga en los niveles adecuados siempre y a lo
largo de todo el día, las últimas investigaciones así lo prueban. Nuestras
dietas, llenas de alimentos procesados,
nos han conducido a la resistencia a la
insulina y con ella a un montón de problemas de salud.
Para que nuestro organismo mantenga dichos niveles es
aconsejable evitar o limitar
considerablemente el consumo de alimentos
ricos en carbohidratos y pobres en fibra. Esto incluye cualquier cosa que
tenga azúcar, fructosa o jarabe de maíz
de alta fructosa, además del trigo, el maíz y todos los demás cereales,
especialmente los refinados, (arroz blanco, harinas blancas, pan pasta…). No olvidemos que la insulina se encarga de facilitar la entrada de glucosa en las células, pero cuando hay mucha glucosa, se genera mucha insulina y las células cierran sus receptores.
Es aconsejable, también, comer con moderación patatas y otros tubérculos, porque son muy ricos en almidón y pobres en fibra.
Las verduras en general, las legumbres,
y las frutas, sobre todo las de bajo índice glucémico, son
excelentes fuentes de carbohidratos
que no conducen a desarrollar resistencia
a la insulina.
En suma, las numerosas investigaciones al respecto muestran
que es beneficioso:
Hacer ejercicio de intensidad, especialmente de
fuerza (con pesas o con el peso corporal) y estirar.
Aumentar el consumo de
verduras, legumbres, frutos secos y semillas.
Tomar alimentos
fermentados, una buena fuente de vitamina K2.
Aumentar el consumo de
omega-3 y de cromo.
Tener buenos niveles de
vitamina D (obtenida
mediante la exposición directa al sol durante todo el año sin protectores, que son también muy nocivos).
Mantenerse relativamente activo
durante el día (evitar permanecer muchas horas sentado).
Dormir de 7 a 9 horas
cada noche.
Comer raciones
moderadas de alimentos.
Beber agua buena (Ionizada).
Practicar el ayuno
o permitir que el ayuno nocturno sea de
más de 8 horas.
Ver la vida en positivo
y practicar la felicidad.
De hecho, en una investigación reciente se llegó a la
conclusión de que con sólo agregar grasas
saludables a la dieta (procedentes de alimentos como aceite de oliva,
frutos secos y aguacate) se aumenta la capacidad del organismo de utilizar la insulina.
Es aconsejable comer alimentos enteros, ecológicos y sin procesar, que procedan de una agricultura sostenible y preferiblemente
locales. Para obtener mayores beneficios, lo mejor es comer una buena porción de nuestros alimentos en su forma cruda (80 %),
alimentos vivos que garantizan nuestra salud. Este tipo de alimentación
optimizará de forma natural la
señalización de insulina y mejorará el metabolismo.
La mayoría de las personas (aunque claramente existen
diferencias individuales) deberían beneficiarse de una alimentación rica en grasas saludables, cantidades moderadas de proteína de alta calidad y muchos vegetales.
Debemos tomar pequeñas proporciones de carbohidratos,
ya que su consumo excesivo, como actualmente lo conocemos, no es beneficioso
para nuestra Vida Saludable.
Los vegetales
fermentados son una
excelente fuente de vitamina K2, si
fermentamos nuestros propios vegetales utilizando un cultivo de inicio o
hacemos chucrut, obtenemos esta vitamina.
El azúcar y la
fructosa en
particular, pueden actuar como toxinas
cuando se consumen en exceso, causando múltiples procesos que originan
enfermedades como la resistencia a la
insulina, diabetes, enfermedades cardiovasculares, inflamación sistémica…
todas las cuales pueden acortar la vida.
El estado emocional desempeña un papel muy importante en
prácticamente todas las enfermedades físicas, desde las enfermedades cardíacas,
hasta la depresión y el cáncer, sin embargo sigue siendo un factor ignorado. El estrés tiene un impacto directo en la inflamación, que es la causa principal de muchas enfermedades
crónicas que matan a personas prematuramente todos los días. La meditación, la respiración consciente, la oración, las herramientas
de energía psicológica, las terapias energéticas y el yoga son opciones
viables que pueden ayudar a aliviar el estrés y a deshacer los bloqueos
emocionales ocultos.
Elegir una Vida
Saludable implica también evitar los
Químicos, Toxinas y Contaminantes todo lo que podamos. Esto incluye
deshacerse de los productos de limpieza
para el hogar, jabones, productos de higiene personal, aromatizantes,
insecticidas y pesticidas, por mencionar algunos, y remplazarlos por
alternativas no tóxicas, además de evitar los medicamentos de prescripción y
utilizar alternativas naturales, siempre que sea posible.
Vivir una Vida Saludable implica un
cambio de hábitos profundo y duradero. ¿Estás dispuesto a cambiar?
No hay comentarios :
Publicar un comentario