“Usted no está
enfermo, usted tiene sed. No trate la sed con medicamentos”
Dr. Fereydoon
Batmanghelidj
Tales de Mileto afirmaba con rotundidad en
el 624 AC: “todo es agua", el agua
era para él el elemento originario de la realidad, el principio de todas las
cosas, la materia originaria de la que
habían surgido todas las realidades. Posteriormente, el premio Nobel en 1912, Alexis Carrel, relacionaba agua con inmortalidad al afirmar: “La célula es inmortal. Es realmente el fluido en el que flota,
básicamente el agua, lo que degenera. Renovando este fluido a intervalos
proporcionaríamos a las células lo que necesitan para su alimentación y, hasta
donde nosotros conocemos, continuaría para siempre”. Dos etapas de la
historia de la humanidad entorno a la importancia del agua para la vida, “El oro
azul”. Muchos otros se han sumado a esta conclusión: nuestro cuerpo sufre y enferma cuando está deshidratado.
La
deshidratación crónica, un
problema relacionado con las dietas deficientes y malos hábitos
alimenticios, es a menudo la causa desconocida de muchas enfermedades. A
pesar de ello la mayoría de las personas no conocemos los requerimientos de agua de nuestro cuerpo y no sabemos escuchar
los mensajes que éste nos manda. Vivimos ajenos a nuestras demandas y esto es
tan evidente, que llegamos a confundir
el hambre con la sed o la necesidad de agua
con la apetencia de cualquier refresco,
té o café.
El Dr.
Fereydoon Batmanghelidj, investigador de los efectos de la falta de agua en nuestro cuerpo
y autor del libro: “Your Body’s
Many Cries for Water”, llegó a afirmar que la mayoría de las enfermedades
especialmente las degenerativas eran causadas por la deshidratación del organismo
ante la carencia crónica de agua.
Este médico de los pobres fue apresado tras la
revolución iraní de 1979 y en la
cárcel comenzó a estudiar los efectos
del agua, cuando llevaron a su celda a
un enfermo con una úlcera péptica
grave. Como no disponía de medicamentos utilizó agua como prescripción, dos
vasos cada tres horas para aliviar el dolor, que remitió sorprendentemente.
La úlcera mejoró muchísimo y esto condujo al Dr. Batmanghelidj a una investigación profunda sobre las consecuencias
de la ingesta deficiente de agua en
nuestro cuerpo.
Para esta investigación, se dedicó a tratar a los más
de 3000 presos de la cárcel con agua y una dosis mínima de sal marina y comprobó los efectos
notables de una hidratación adecuada.
Tras su liberación, se trasladó a Estados
Unidos donde continuó sus investigación y donde obtuvo la verificación de
sus hipótesis sobre la deshidratación
crónica a la que todos estamos expuestos.
Más del 70%
del planeta es agua, nosotros somos agua, nuestros músculos son el 75% de agua; la sangre que transporta los nutrientes es un 82% de agua; los pulmones que proporcionan el oxígeno son 90% de agua; nuestro cerebro que es el centro de control del cuerpo
es 76% de agua; incluso los huesos son 25% agua… El agua es conductora de la electricidad,
y como seres eléctricos que somos, la necesitamos para las funciones más
importantes del cuerpo, como son la respiración, la circulación y la
eliminación. Si el flujo de agua no
es suficiente, el cuerpo no funciona adecuadamente. Estas podrían ser razones
suficientes para comprender la importancia del agua para nuestra salud.
Cuando hay deshidratación,
las células y tejidos de nuestro
cuerpo comienzan a secarse, marchitarse
y a arrugarse, perdiendo su integridad estructural y la capacidad de
funcionar correctamente. El cuerpo a su vez es incapaz de mantener la homeostasis, lo que incrementa la
susceptibilidad de padecer numerosos problemas de salud. Cuando sentimos sed
significa que el cuerpo ya está en estado de deshidratación, y la boca
seca es el último síntoma de una deshidratación
crónica.
¿Y qué
causa la deshidratación?
Nuestros malos hábitos a la hora de comer
y beber son la causa principal de la deshidratación
crónica que padecemos. La cantidad suficiente de agua depende de su ingesta constante a lo largo del día y de un comportamiento alimenticio que promueva
un nivel de agua saludable. Aparte
del no beber suficiente agua, el
consumir cantidades excesivas de café,
bebidas azucaradas, refrescos, normales
y de dieta, tés, bebidas deportivas y jugos concentrados nos deshidrata, ya
que el azúcar presente en varios de
ellos deshidrata el cuerpo y la cafeína es un diurético que causa deshidratación,
porque promueve la eliminación de
líquidos.
El Dr. F. Batmanghelidj en otro de sus libros Water: For Health, for Healing, for Life:
You're Not Sick, You're Thirsty! expone las siguientes razones por las que
el cuerpo humano necesita agua en
cantidades suficientes:
- El agua es la principal fuente de energía.
- El agua genera energía eléctrica y magnética dentro de cada célula del cuerpo, lo cual proporciona la fuerza de vida.
- El agua aumenta significativamente la eficiencia del sistema inmunológico.
- El agua es usada para transportar todas las substancias dentro del cuerpo.
- El agua es el principal lubricante de las articulaciones y ayuda a prevenir la artritis y el dolor de espalda.
- El agua es el mejor laxante y previene el estreñimiento.
- El agua ayuda a reducir el riesgo de infartos.
- El agua nos da la fuerza y la energía eléctrica necesaria para las funciones del cerebro, en particular, el pensamiento.
- El agua es el mejor estimulante, más que cualquier otra bebida, y no tiene efectos secundarios.
- El agua reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.
- El agua ayuda a reducir la fatiga y nos da la energía que necesitamos para nuestras actividades diarias.
- El agua hace que la piel se suavice y ayuda a disminuir los efectos del envejecimiento.
- El agua da brillo a los ojos.
- El agua diluye la sangre y previene la formación de coágulos.
- El agua es la mejor solución para bajar de peso.
- El agua ayuda a mejorar la memoria.
- El agua ayuda a eliminar adicciones a la cafeína, al alcohol y a algunas drogas.
- El agua previene el envejecimiento prematuro.
¿En qué cantidades
deberíamos tomar agua? El Dr.
Batmanghelidj recomienda de 8 a 10 vasos por día, y además añade:
- Debe beberse agua antes de las comidas. Lo mejor es 30 minutos antes de comer.
- Debe tomarse agua cada vez que se tenga sed, aún durante las comidas.
- Debe tomarse agua entre dos a dos horas y media después de las comidas, para ayudar a completar el proceso de digestión.
- Debe tomarse agua inmediatamente después de despertar, para corregir la deshidratación producida durante el sueño.
- Debe tomarse agua antes de hacer ejercicio para tenerla disponible para producir el sudor.
- Las personas que sufren de estreñimiento deben tomar de dos a tres vasos de agua inmediatamente después de despertar, los cuales actúan como un laxante muy efectivo.
- Un adulto medio pierde de tres a cuatro litros de agua al día por la respiración, transpiración, micción y eliminación de residuos en forma de heces.
- El ejercicio, la altitud y el clima cálido pueden incrementar la pérdida de agua diaria.
- En fases de enfermedad, especialmente cuando hay fiebre y diarrea se puede incrementar considerablemente esa pérdida.
Un buen indicador de la necesidad de agua del cuerpo es el color de la orina. Una persona bien hidratada produce orina sin color. Una persona deshidratada produce orina amarilla.
Según el Dr.
Batmanghelidj, sentimos las señales de sed, cuando
han pasado varias horas después de que el cuerpo se haya deshidratado, durante este tiempo, pueden aparecer múltiples
problemas: piel seca, fatiga, dolor en
articulaciones y músculos… Todo y
mucho más se cura con la correcta ingestión de agua y unos correctos hábitos
alimenticios. Nuestra salud depende en gran medida de la cantidad y la calidad del agua que bebemos. Beber debe convertirse en un hábito, si optamos por una buena salud
consciente.
Usted no es
sólo lo que come; usted es lo que usted bebe.
Dr.
Batmanghelidj
FUENTES:
Aguas curativas. Ben Johnson. Edaf, 2014.
El Poder Curativo del Agua. Una entrevista exclusiva
con el Dr. Batmanghelidj por Mike Adams.
Los muchos clamores de su cuerpo por el agua. Dr. Dr.
Batmanghelidj. Global Health, 2006.
Water: For Health, for Healing, for Life: You're Not
Sick, You're Thirsty!. Paperback, 2003.
Your Body's Many Cries for Water. Paperback, 1995.
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