Rafael Garcés, investigador del
Instituto de la Grasa del CSIC
«LA SUSTITUCIÓN DE LAS GRASAS TRANS ES UN PROBLEMA ECONÓMICO,
NO TÉCNICO»
La pregunta que vienen
haciéndose desde hace unos años tanto los responsables de salud pública como
investigadores y representantes de la industria es hasta qué punto pueden
eliminarse las grasas parcialmente hidrogenadas o grasas «trans» de los
productos comerciales. Rafael Garcés cree que es posible, que el problema hoy
en día no es técnico sino económico y de mercado. Por eso, dice, la
Administración debería dar el primer paso. Rafael Garcés es biólogo y experto
en lípidos. Después de trabajar en la Universidad de Siracusa (Nueva York),
volvió a España, para integrarse en el Instituto de la Grasa del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, donde ha trabajado
en la obtención, mediante selección y cruce tradicional, de nuevas líneas de
girasoles que permiten obtener aceites vegetales que permitirían prescindir de
la hidrogenación.
¿Desde cuándo se conocen los efectos perjudiciales de
las grasas «trans»?
Se conocen desde
alrededor de los años setenta y ochenta. Las primeras evidencias fueron
indirectas, al hallar una correlación entre las poblaciones que comían
bastantes grasas «trans» y una alta incidencia de problemas médicos
circulatorios y cardiovasculares.
¿En algunos países en concreto?
En EEUU y algunos
países del centro y norte de Europa. En EE.UU. se ha calculado que se producen
unas 30.000 muertes al año por la ingestión de margarinas y otros productos
manufacturados con grasas «trans».
¿Por qué son perjudiciales?
El problema son las
grasas «trans» que se generan en la hidrogenación, un proceso para hacer los
aceites vegetales más estables y para obtener margarina vegetal, porque no hay
ninguna fuente natural de grasa vegetal sólida a temperatura ambiente. En la
hidrogenación se generan isómeros de los ácidos grasos «trans» que nuestro
cuerpo no reconoce, así que no sabe qué hacer con ellos. Al final, acaban
interfiriendo en el metabolismo de los lípidos o el organismo los acumula en
las células adiposas.
¿Cree que pueden llegar a ser sustituidas las grasas «trans»
de los productos elaborados?
«La ingestión de
margarinas y otros productos manufacturados con grasas 'trans' causa cada año
30.000 muertes en EEUU» Creo que sí, pero costará. No es un problema técnico
sino económico. La sustitución incrementaría el precio de la margarina y el
consumidor actualmente está demasiado acostumbrado a precios competitivos, a
pagar cuanto menos mejor. Por cuestiones de mercado su sustitución es difícil,
aunque me consta que hay empresas a las que sí les gustaría cambiar e introducir
un producto más saludable.
Pero al igual que ha pasado con otros productos, ¿no acabaría
el precio por equilibrarse?
Seguramente. También
hay que tener en cuenta que lo que se obtuviera de beneficios en salud
redundaría en un ahorro económico. Una vez alguien me comentó, y creo que tenía
mucha razón, que en los países ricos están empezando a pagar más por productos
si son saludables, porque el consumidor pensaba que iba a ser beneficioso para
él. También parece ser que en el centro de Europa la agricultura ecológica está
empezando a ganar más; se habla de cifras como un 20% más de beneficio que con
la agricultura tradicional.
Luego, la sustitución es viable.
Hace diez años no se
podía hacer; ahora empieza a haber candidatos a sustitutos. En nuestro centro,
por ejemplo, hemos desarrollado varias líneas de girasoles que permiten obtener
margarina vegetal natural, sin necesidad de pasar por el proceso de la
hidrogenación. Insisto, está el problema económico porque la introducción en el
mercado es cara. Por eso creo que la decisión la tendría que tomar la
Administración, porque es algo que afecta especialmente a la salud de muchos
niños y jóvenes que todavía están creciendo. Es preciso reducir cuanto antes
las grasas de mala calidad y baratas que consumen y que se comercializan bajo
una atractiva apariencia.
Hábleme de las líneas de girasoles que han desarrollado.
«Es preciso reducir
las grasas de mala calidad y baratas que consumen los más pequeños y que se
comercializan bajo una atractiva apariencia» Tenemos unas 10 líneas de
girasoles, que se pueden dividir en tres grupos específicos. El primero de
ellos consiste en elaborar margarinas vegetales naturales, porque la grasa que
se obtiene tiene la consistencia y plasticidad adecuada para convertirse
directamente en una margarina. Un segundo grupo permite obtener grasas
vegetales para fritura y un tercero permite obtener un aceite como base para
lubricantes.
¿Lubricantes?
Se calcula que de los
5,2 millones de toneladas de lubricante que se vende anualmente, todavía hay
algo más de un millón de toneladas que no se recicla y se vierte al medio
ambiente. También están los vertidos accidentales. Eso es una contaminación en
suelos y aguas que, indirectamente, revierte en la alimentación y la salud. Los
girasoles que hemos desarrollado permiten obtener un tipo de aceite de base
vegetal que puede usarse para maquinaria y que, además, en caso de vertido, no
es contaminante. Hemos hecho pruebas con bacterias en entornos acuáticos y la
biodegradación del aceite es prácticamente inmediata.
¿Y para fritura? ¿Por qué buscar un sustituto si el aceite de
oliva es excelente para freír?
El aceite de oliva es magnífico
y muy estable, pero es muy caro para la industria. Por eso las empresas
recurren a aceites vegetales más baratos. Pero como estos son poco estables, se
hidrogenan.
Pero la hidrogenación en sí, es un costo
El proceso de
hidrogenación no es barato, cuesta entre un 10% o un 20% del valor del aceite
de partida, pero al obtener un aceite más estable y que se almacena mejor
durante más tiempo, compensa y acaba saliendo más barato. No hay que olvidar
que estamos en un país privilegiado donde el aceite de oliva sigue siendo
bastante barato, pero en otros países usarlo en la industria no es viable.
Nuestra línea de girasoles da un aceite vegetal más estable que no hay que
hidrogenar.
¿Hay grasas «trans» naturales?
Los rumiantes producen
algunas en su sistema digestivo. En la fotosíntesis de las plantas también hay
un ácido graso «trans»", que nuestro cuerpo reconoce y metaboliza. El
problema de la hidrogenación es que genera todos los isómeros «trans»,
casi todos irreconocibles para el metabolismo humano.
Extraído de Internet
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