
Los hipoglucémicos y los diabéticos deberían ser muy
cuidadosos con el ayuno e incluso tal vez lo deberían evitar, hasta que la glucosa en sangre y sus niveles
de insulina se sitúen en valores normales. La hipoglucemia es una condición caracterizada por un nivel
anormalmente bajo de azúcar en la sangre. Está
comúnmente asociada con la diabetes,
pero se puede ser hipoglucémico sin
ser diabético.
Los síntomas más comunes de hipoglucemia son:
- Dolor de cabeza
- Debilidad
- Temblores
- Irritabilidad
- Hambre
Si los niveles de glucosa disminuyen más puede aparecer:
- Confusión y / o Comportamiento anormal
- Trastornos visuales, como visión doble y borrosa
- Convulsiones
- Pérdida de Consciencia
Una de las claves para evitar la hipoglucemia es la
eliminación de la alimentación de los azúcares, especialmente la fructosa. También es aconsejable
eliminar los granos y reemplazarlos
por proteínas de calidad y grasas
saludables. Sin embargo lleva algún tiempo normalizarla.

Para las mujeres embarazadas y / o lactantes, no es
aconsejable el ayuno.
El bebé necesita gran cantidad de nutrientes,
durante y despues del nacimiento, y no existe investigación que apoye el tiempo
de ayuno durante esta etapa tan
importante. Tres estudios hechos al respecto concluyeron que podria estar
contraindicado, ya que el ayuno
puede alterar los patrones respiratorios
fetales, el latido del corazón, y aumentar la diabetes gestacional. Incluso
puede inducir a un parto prematuro.
Una vez concluido el periodo gestacional
o de lactancia, el ayuno es posible.

Para aquellos que viven en estrés crónico o no tienen
regulado el cortisol tampoco el ayuno es recomendable.
El ayuno combinado con una alimentación llena de productos
altamente procesados y cargados de toxinas, no es beneficioso, en absoluto. De hecho, puede
empeorar la situación de las personas que lo hagan, ya que no hay una correcta nutrición y las crisis curativas pueden ser muy
fuertes.
Ayunar no significa abstenerse de todo alimento durante
largos períodos de tiempo, sino una reducción drástica o total de la ingesta de
calorías a intervalos regulares, Además hay muchas formas de hacerlo. Como siempre, lo mejor
es escuchar al cuerpo con calma y actuar en consecuencia.
En cualquier caso, si
durante el ayuno realmente se tiene
hambre, es mejor comer, porque no hacerlo causa estrés.
Si se está estresado previamente, es mejor no ayunar.

Si se es deportista y se entrenan seis días tampoco es
aconsejable ayunar.
Todo el resto de las personas podemos ayunar, si así lo
deseamos. Lo más
prudente es escuchar al cuerpo, como ya hemos indicado y evitar ser arrastrado
por las propagandas que incitan a comer cuando no se tiene hambre. Otro dogma
mal instalado es el del desayuno.
Comer más tarde por la mañana o saltarse el desayuno facilita la depuración corporal.
El ayuno puede ser una de las
intervenciones más poderosas, si se está luchando con problemas de peso y
se tienen problemas de salud como
consecuencia de ello. Una de las principales razones es que la grasa se convierte en el combustible
principal, para todos los procesos
metabólicos.

El cuerpo necesita
alrededor de seis a ocho horas para metabolizar las reservas de glucógeno, y comenzar a quemar grasa corporal. Sin embargo, si se
está reponiendo el glucógeno
comiendo cada ocho horas (o antes), es mucho más difícil que el cuerpo utilice
sus reservas de grasa como combustible. El
ayuno diario, período nocturno superior
a 8 horas, es benéfico, por tanto, para todos y especialmente para
todas las personas que quieren adelgazar.


IMPORTANTÍSIMO,PARA APLICAR EN NUESTRA VIDA.GRACIAS POR TAN INTERESANTE INFORMACIÓN.
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