En la antigüedad el ayuno era algo natural, sin embargo, nos hemos convertido en
adictos a los excesos y para muchos la sola mención del ayuno es una amenaza. Sentimos que no se puede estar un tiempo
permitiéndonos un descanso digestivo,
porque se trata de no comer, pero se puede vivir de manera saludable, un tiempo prolongado, en base a zumos o simplemente agua.
Los grandes expertos en ayuno, como Ariola o las clínicas europeas que
utilizan el ayuno como terapia,
destacan que podemos pasar cuarenta días
a agua y cien días a jugos, sin
peligro.
El proceso de ayuno terapéutico comienza después de dos o
tres días cuando el cuerpo pasa a una autolisis, lo que es el proceso del cuerpo de
digerir sus propias células. El
cuerpo que es muy sabio descompone, de esta forma, esas células y tejidos que se encuentran dañados en exceso, enfermos, avejentados o muertos. Esta teoría es
confirmada por el Dr. Buchinger,
experto en ayunos, que considera
este descanso fisiológico como
promotor de la quema de basura corporal.
Tipos de Ayunos
Todos sabemos que en la mayoría de las religiones se estipula
el ayuno como forma de culto. Todos los profetas y
los místicos han ayunado durante
periodos prolongados y han utilizado esos periodos para profundizar en su fe. Sin embargo, hay muchas otras
ventajas en el ayuno. El descanso digestivo es una práctica muy
beneficiosa para liberar al cuerpo de la toxicidad
acumulada.
¿Con qué frecuencia ayunar?, siempre
depende de lo que queramos conseguir a través del ayuno. Dejar de comer permite al cuerpo y a la mente liberarse y es
un apoyo muy importante para el desarrollo de la espiritualidad. Pero dejando a un lado ese tema tan personal e
íntimo, lo que diferencia básicamente los tipos, es la periodicidad y la
elección de zumos o agua para llevar
a cabo el ayuno.
El momento preciso para terminar un ayuno es cuando el
proceso de autolisis se ha completado y regresa verdaderamente el hambre
(pueden pasar días),
pero no necesitamos tanto tiempo para recibir los beneficios de ayunar.
Hay muchos tipos de ayuno, todos ellos muy saludables:
Jesús ayunó 40 días. Estos periodos tan largos es difícil hacerlos
solos, necesitamos a expertos que nos supervisen, porque si el cuerpo plantea
necesidades es preferible estar atendido. Existen clínicas especializadas en
estos tipos de ayuno e incluso, se
plantean ayunos allí de hasta cien días,
pero a base de zumos que es más fácil.
El ayuno durante tres días una vez al mes nos ayuda
a liberarnos de toda la toxicidad acumulada durante los 27 días restantes, pero es preferible hacer ayunos más
pequeños y más cercanos en el tiempo, para limpiar constantemente y que el
ensuciamiento acumulado sea menor. Además, ayunar
así nos compromete a tres días
seguidos y si tenemos libres sólo los fines de semana, el ayuno es más difícil de hacer.
El
ayuno durante una semana es aconsejable en las estaciones de
transición.
El cuerpo libera en otoño lo acumulado
en verano, una época de bastante descontrol y en primavera lo acumulado durante el invierno, momento en que la
alimentación es más calórica y densa.
Podemos hacerlo en base a zumos
vegetales o agua.
LeanGains (un protocolo de ayuno de Martin Berkhan)
Es un ayuno de 14-16 horas, tiempo durante el cual no se consume nada, con la
excepción de líquidos no calóricos.
El tiempo para dormir está incluido en este marco temporal.
Eat Stop Eat (creado por Brad Pilon)
En este protocolo, se ayuna durante 24 horas una vez o dos veces por semana. El ayuno debe ser roto con una comida
normal pero con valor calórico
restringido (es decir, es aconsejable comer cantidades moderadas de alimentos
tras el ayuno).
The Warrior Diet (de Ori Hofmekler)
Este es otro protocolo
diseñado para mejorar la condición física mediante el ejercicio estando en ayunas. El plan prevé 20 horas de ayuno, y cuatro horas de “libre alimentación”. Se hace ejercicio durante el día estando en ayunas. Los vegetales crudos son permitidos durante el ayuno, pero no las proteínas,
que se reservan como “premios” o
alimentos que nos ayudan a recuperarnos después del ejercicio.
Ayuno Cada Tercer Día
Este protocolo de
ayuno se lleva a cabo tal y como suena: un
día sí y dos no. Cuando incluye el tiempo de sueño, el ayuno puede llegar a
extenderse por más tiempo, incluso puede llegar a las 32-36 horas.
Ayuno Intermitente Diario
Este ayuno es fácil de hacer y consiste en
no comer nada durante 16 horas al día
y alimentarse en el horario de las 11 a
las 19:00 aproximadamente. Esencialmente, esto equivale a
simplemente no desayunar, y que el almuerzo sea el primer alimento
del día. Incluso lo podemos restringir más a seis, cuatro, o incluso dos horas
si se desea, y aun así obtener muchas de estas recompensas al limitar la
ingesta de alimentos a un lapso de ocho horas cada día o algo más. Esto se debe
a que el cuerpo necesita alrededor de seis a ocho horas para metabolizar las reservas de glucógeno, después de que cambie y pase a la quema de grasas. Sin embargo, si se
está reponiendo el glucógeno
comiendo cada ocho horas (o menos), es mucho más difícil que el cuerpo utilice
sus reservas de grasa como combustible. Por lo general esto se produce tras
varias semanas de ayuno intermitente, pero una vez que ocurre
los antojos por alimentos poco saludables y carbohidratos desaparecen
rápidamente.
Además de ayudar a
eliminar los antojos de azúcar y snacks
y ayudar a activar la máquina eficiente para la quema de grasa, este ayuno
hace más fácil el mantenimiento de un peso corporal saludable. La ciencia moderna ha confirmado que hay
muchas otras buenas razones para el ayuno
intermitente. Por ejemplo, la investigación presentada en las sesiones
científicas anuales de American College
of Cardiology en Nueva
Orleans en 2011, mostró que, en sus experimentos, el ayuno provocó un aumento de 1,300%
de la hormona de crecimiento humano
(HGH) en las mujeres, y un asombroso 2,000% en los hombres.
La hormona de crecimiento humano HGH, comúnmente conocida como “la hormona del fitness”, juega un
papel importante en el mantenimiento de
la salud, la condición física y la
longevidad, esto incluye la promoción del crecimiento muscular y el aumento en la pérdida de grasa al acelerar el metabolismo. El hecho de que ayude
a desarrollar músculo al mismo tiempo que promueve la pérdida de grasa explica
por qué HGH ayuda a perder peso sin sacrificar la masa muscular, y por qué incluso los atletas pueden beneficiarse de su práctica
(siempre y cuando no entrenen demasiado
y sean cuidadosos con su nutrición).
Otros beneficios para
la salud del ayuno intermitente incluyen:
La normalización de la insulina y la sensibilidad a la
leptina, que es la clave para una salud óptima.
La mejora de los marcadores biológicos de la enfermedad.
La normalización de los niveles de grelina, también conocida
como “la hormona del hambre”.
La reducción de la inflamación y disminución de los radicales
libres.
La reducción de los niveles de triglicéridos.
La conservación del funcionamiento de la memoria y la
mejora del aprendizaje.
Ayunos de Jugos Vegetales y Ayunos de Agua
Los jugos son altos en minerales, vitaminas y enzimas que colaboran con el
rejuvenecimiento del cuerpo, son asimilados directamente sin estimular las enzimas digestivas y a su vez,
proporcionan al organismo nuevas enzimas
que siguen ayudando en el proceso de purificación.
Ayunar con zumos promueve la alcalinización del PH corporal y las crisis curativas son más leves con
la ingestión de los mismos. El Dr. Max
Bircher-Benner afirmaba que con jugos
las células se estimulaban para absorber nutrientes y excretar toxinas.
Por otra parte con agua podemos igualmente movilizar la
purificación y el rejuvenecimiento del cuerpo, aunque las crisis curativas pueden ser más intensas y no se da ningún aporte
de enzimas que colaboren en el
proceso de depuración.
Hay muchas formas de ayunar, pero lo que es más interesante es
hacerlo como parte de un profundo cambio
de hábitos hacia el cuidado del cuerpo, la aceptación y la elección de una vida
saludable.
¿Te animas a probar?
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