No
nos gusta descartar los sabores dulces de nuestra dieta. Sin embargo,
deberíamos saber que el requerimiento de sabores dulces es un síntoma de que el organismo está sobrecargado. Esto es
así, porque nuestro cuerpo demanda energía rápida, cosa que no ocurre cuando
hemos depurado y el organismo tiene vía libre para gestionar la energía que
necesita, cuando la necesita. En cualquier caso, si quieres sabores dulces:
El mejor edulcorante es la estevia. Ésta es una planta originaria
de paraguay que endulza 300 veces más
que el azúcar y tiene cero calorías.
Además, tiene propiedades muy valiosas para controlar el azúcar en sangre, es
antiinflamatoria y mejora el sistema inmune. En algunos estudios se muestra
útil para inhibir el cáncer, tratar la diabetes y la hipertensión. La única
excepción que yo pondría a esta maravillosa planta es, precisamente eso, que es
muy dulce. Como estamos buscando un edulcorante, a nuestro cerebro le llega entonces,
este mensaje confuso de ¡Azúcar!, cuando la estevia, aunque tiene sus
propiedades nutricionales, no tiene
calorías, ni índice glucémico. ¡No hay azúcar! Para evitar este engaño al
cuerpo, es recomendable acompañarla de hidratos de carbono y siempre tomar
ambas cosas con moderación.
El dulce sólo es un sabor de entre los
muchos que nos da la naturaleza, y sería más lógico disfrutar de la estevia y
de todo lo que nos ofrece como planta curativa, sin identificarla con los edulcorantes. Pero
endulza.
Los compuestos anticancerígenos presentes
en la estevia son: el esteviósido, rebaudiósido A y el steviolisosteviol.
La mejor forma de consumirla, según mi
criterio, es en planta. Se añade a
cualquier infusión y le da un sabor
dulce muy agradable, con cierto toque a regaliz. Lo ideal es tomar dos
infusiones al día, ya que se trata de una planta curativa, no sólo de un
endulzante. También, y es aún mejor, podemos comer las hojas de la planta
fresca, porque en ellas están concentrados todos sus compuestos
anticancerígenos. Basta con masticar de tres a cuatro hojas frescas al día.
El extracto líquido integral, conserva
los principios activos de la hierba, que es antiácida, antibacteriana bucal,
cardiotónica, diurética, sedante suave, digestiva, mejoradora del metabolismo,
hipoglucemiante, antimicótica, e hipotensora.
El
sirope de Agave. Aunque
últimamente las informaciones son un poco contradictorias, el agave tiene un
índice glucémico bajo y un alto contenido en antioxidantes. Es el extracto de la
savia de un cactus con el que se elabora también el tequila. El problema del
agave es que se ha masificado su consumo y se habla de excesiva refinación y
calentamiento en el procesado, con lo que habría perdido su valor nutricional y
se habría alterado su índice glucémico. Como las informaciones no son precisas,
la única recomendación que puedo hacer es la de leer bien la etiquetas y optar
por los preparados de producción ecológica.
Otros
edulcorantes con bajo índice glucémico son: el sirope de yacón, La miel de
acacia, el azúcar de coco, los albaricoques secos y los siropes de frutas.
La
miel pura y cruda es también un buen
endulzante. Se trata además de un endulzante natural, sin procesos de
refinación y sin conservantes. Por su composición equilibrada la miel resulta
de muy fácil asimilación y aporta su gran riqueza nutricional al organismo.
Recuerda: Tiene que ser miel pura y
cruda, para que conserve todas sus propiedades y enzimas.
La
harina de algarroba es otro
endulzante que podemos utilizar. Su índice glucémico es también bajo y aporta
su sabor particular a chocolate dulce natural. Es también muy rica en
nutrientes. De nuevo decimos que es muy importante que la algarroba haya sido
secada de manera natural y que no hayan sido utilizadas altas temperaturas para
su extracción.
El Azúcar Mascabo es otra opción. Está extraído de la simple
concentración de jugo de caña, cuyo residuo sólido es molido, dando lugar a un
polvo grueso y pastoso. Además de endulzar, al no ser un producto refinado,
este azúcar deja sabor a caña.
Recuerda: debe ser polvo grueso y
pastoso y no tener cristales.
El cacao amargo recién molido, la
vainilla, el cardamomo, el jengibre, la canela y la ralladura de naranja y
limón, aunque no son edulcorantes, ni
propiamente sabores dulces, aportan otros sabores nuevos muy agradables.
También se puede probar con semillas de
anís o hinojo molido. Hay mezclas con estas especias que resultan muy
buenas al paladar.
Las frutas, consumidas frescas, son la principal fuente de
azúcares, pues además aportan minerales, enzimas y vitaminas. También tenemos
la opción de las frutas secas, que deshidratadas y activadas concentran el
sabor dulce y mantienen todas las propiedades de la fruta en origen.
Con
estas opciones puedes saborear el dulce y diferentes matices, que puede que aún no
conozcas, sin problemas. Aún así, lo ideal es desintoxicarse para soltar la
adicción, que desde muy pequeños hemos creado y tomar cosas dulces con
moderación. De esta forma, no alteramos nuestra glucosa en sangre ni nuestro
equilibrio ácido/ alcalino.
Es importante preservar la salud de
nuestro cuerpo.
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