A través de nuestra piel nos alimentamos. Sin embargo, compramos productos
de cosmética, sin prestar atención a la cantidad de sustancias químicas que contienen. Lo creamos o no, en tan sólo 15 minutos, estas sustancias están
presentes en nuestro torrente sanguíneo
y son altamente nocivas para nuestra
salud. Existen 6000 ingredientes, que
están permitidos en la industria
cosmética, pero no están controlados. Estos componentes pueden causar alergias, asma, problemas hormonales, eczemas,
problemas de pigmentación…incluso cáncer.
La elaboración de nuestra propia cosmética es
fácil y
existen muchos talleres para su aprendizaje. Sin embargo, aunque consigamos ingredientes buenos, la posibilidad de
elaborar cosmética ecológica es
muy difícil, ya que para las cremas tradicionales, se necesitan emulgentes y conservantes, que aunque elegidos como inocuos, aportan químicos
innecesarios para la salud de nuestra piel.
Por supuesto,
estos cosméticos no nos
perjudican en nada, pero hay opciones más limpias
y saludables a nuestro alcance, cuya elaboración no exige el uso de ningún producto químico. Uno de los mejores
ingredientes para el cuidado personal es el aceite de coco. Este aceite protege
la humedad natural de la piel, no deteriora las grasas naturales, que sirven como
barrera de protección de la misma, suaviza en profundidad, aporta
elasticidad, actúa como antioxidante
y tónico, elimina la suciedad y las células muertas, mantiene la piel
tersa, repara, regenera y es muy saludable.
El aceite de coco es conocido por sus beneficios para el cabello. Es una opción
magnífica, si se utiliza más o menos una hora antes del lavado. Con un simple
uso el pelo se suaviza, se desenreda mejor y adquiere brillo, ya que este aceite es capaz de penetrar en el cabello, durante el lavado, cuando la
fibra del mismo se ha hinchado un poco. También es beneficioso para eliminar la
electricidad estática, la sequedad e incluso, la caspa.
El aceite de coco mezclado a partes iguales, con
azúcar de caña ecológica es un excelente exfoliante corporal.
Este exfoliante se utiliza sobre la piel seca antes del baño. Igualmente,
es un buen exfoliante facial,
si preparamos la mezcla, en lugar de con azúcar,
con bicarbonato de sodio o harina de avena.
Podemos usarlo como desmaquillante, humedeciendo
un algodón,
con aceite en su estado líquido.
También puede ser un buen limpiador
facial, aunque no llevemos maquillaje. Si
masajeamos la piel de la cara y el cuello, el aceite de coco penetra y limpia.
Tras el masaje es aconsejable limpiar las zonas masajeadas con una toalla
húmeda o un algodón.
Podemos elaborar con él una crema facial o
corporal. Yo
elaboro mi propia crema, mezclando aceite
de coco con manteca de Karité, ambos de producción ecológica. La manteca
de karité actúa recubriendo la piel con una película invisible que evita
la deshidratación y la protege de las agresiones externas, como el
sol, el viento o los cambios bruscos
de temperatura. Regenera, calma las pieles irritadas y actúa
contra el envejecimiento prematuro.
Juntos aceite de coco y manteca de karité ayudan a reducir las
líneas finas y las arrugas, ayudando a mantener los tejidos conectivos fuertes
y flexibles. También ayudan a la exfoliación
de la capa externa de células muertas,
suavizando la piel.
Con esta misma mezcla, pero preparando un
infusionado de café con aceite de coco, podemos elaborar un contorno de ojos. El infusionado de café se prepara, poniendo aceite de coco al baño maría y
añadiendo café recién
molido. La mezcla hay que removerla un poco para unir bien los dos ingredientes
y que el café libere sus componentes
benéficos. Tras esto, se añade la manteca. Este
contorno de ojos ayuda a difuminar las ojeras, suavizar las arrugas
y contrarrestar el adelgazamiento y la piel flácida.
El aceite de coco sirve como crema para suavizar
las cutículas y zonas resecas de las uñas de manos y pies y si añadimos aceite de coco al agua calentita
de la bañera puede ayudar a hidratar
la piel seca. Se usa igualmente, como ingrediente en muchas
recetas de jabón casero, ya que
hace el jabón más espumoso.
Igualmente, podemos usarlo como base de nuestros protectores labiales, al que podemos añadir manteca de cacao, calentada al baño maría para que se licue.
Como loción de afeitar, se aplica una capa fina de aceite de coco en el área deseada
y se realiza el afeitado. El ácido
láurico del aceite de coco cicatriza
la pequeñas heriditas, que se pueden producir al afeitarse.
Podemos, también, elaborar un buen desodorante con
él, ya que
tiene propiedades antibacterianas.
La aplicación directa del aceite de
coco, con un poquito de bicarbonato
y si queremos, un poquito de arrurruz,
la raíz de una planta comestible, que sirve para espesar, es un excelente desodorante.
De igual manera, la misma mezcla, sólo con bicarbonato
y unas gotitas de salvia o tomillo, nos sirve para la elaboración de una pasta
dental.
Mezclado con aceites esenciales como el de
menta limón, romero, árbol de té, neem,
citronela (Java citronela), geranio, hierba de gatera y el extracto de
vainilla, se usa como repelente de insectos.
De acuerdo con
una investigación publicada en el European
Journal of Pediatrics, se ha descubierto, que una combinación de aceite de coco y anís es casi dos veces más efectiva que la loción de permetrina, que comúnmente se
prescribe para tratar los piojos. Según los
autores:
“Designamos un grupo paralelo de prueba aleatorio y
controlado que involucró a 100 participantes con infestación activa de piojos
en la cabeza, con el fin de investigar la actividad del aceite de coco y del
spray de anís y para ver si la loción de permetrina es aún efectiva cuando se
utilizan dos aplicaciones del producto con 9 días de diferencia. El spray tuvo
una cura mucho más exitosa (41/50, 82%) en comparación con la permetrina
(21/50,42.0%...). La tasa de éxito del protocolo fue de 83.3% y 44.7%
respectivamente. Treinta y tres personas reportaron reacciones irritantes
después de tener contacto con alcohol y la piel escoriada. Concluimos que, a
pesar de que la loción de permetrina es aún efectiva tras 9 días, para algunas
personas, el aceite de coco y el spray de anís pueden ser un tratamiento
alternativo mucho más efectivo”.
Los hawaianos usan otra fórmula con el mismo
objetivo, mojan el cabello con vinagre y lo dejan secar, después
ponen aceite de coco y se cubren la cabeza, porque mantienen el aceite durante
toda la noche. Al día siguiente los piojos salen del cabello con facilidad.
La elaboración de estos productos es absolutamente natural
y casera,
carece de químicos y es excelente
para el cuidado natural de nuestra piel.
No obstante, si no nos ocupamos del cuidado
interno de nuestro cuerpo, tampoco cuidamos nuestra piel. De nada sirve lo
que aportamos por vía externa, si nos alimentamos mal y no estamos bien
hidratados. Existen estudios que confirman, que aproximadamente el 75% de la población mundial tiene deshidratación crónica. ¿Cómo es posible que eso ocurra, si vemos
cada vez a más personas con la botellita de agua en la mano? Para
responder a esta pregunta podemos pensar en la calidad del agua que bebemos.
Para cuidarnos, la mejor elección es aquella que nos
retorna a lo más sencillo y natural.
Nuestro cuerpo reconoce lo que está en armonía con la
naturaleza y con la vida.
Optemos, por tanto, por aquello que mantiene nuestro
equilibrio y nos permite vivir con salud.
Si quieres más
información sobre el mundo de los
cosméticos, en este blog en la
sección de “DOCUMENTALES” puedes
ver tres videos que están muy bien:
Historia de los Cosméticos - Doblado en Español.
Sin maquillar: el sucio mundo de la cosmética.
DW TV Prisma El Sucio Mundo de los Cosméticos.
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